Pedro Achío Rodríguez.

“Una bomba refleja la cultura, la tradición de un pueblo,
ahí se refleja todo que una persona es, si una persona dice una bomba vulgar
entonces será alguien vulgar, eso identifica a una persona, su esencia”-asegura
Pedro.
Además una retahíla la describe “como un sentimiento que
tiene que salir de lo más profundo y tener demasiada imaginación para inventar
porque eso es como el rapero o bien como el que improvisa, espontáneamente le
va saliendo, son combinaciones en las cuales se riman palabras, pero con
sentido y siempre van a hablar de un tema en particular”.
Por otra parte menciona que las bombas y retahílas siempre
se van a dirigir a rajar a alguien, en la mayoría de ocasiones siempre se va a
distinguir por imponerse ante otras personas.
Según Pedro para aprenderse una retahíla se tiene que ser
constante en la práctica porque la retahíla no puede ir ni muy rápida ni muy
lenta, esta tiene que ser muy explícita y además la persona debe tener mucha
memoria.
También agrega que la bomba es en el aire y se debe regular
bien la respiración porque si no la persona se ahoga porque va toda de una vez. A mí me visitan compañeros de trabajo de todo
lado y vamos para una emergencia podemos vacilar por ejemplo decimos: Beso, y
comenzamos a rimar beso entre todos hay algunos que hacen un trabajo terrible.
“Por ejemplo nosotros decimos beso y a ustedes algo que se
les ocurra, algo que rime, por ejemplo rezo, la vi en el rezo, algo así y ahí
comienza, pero a veces salen con otra cosa que no se asimila al tema, pero
igual participan eso es improvisar”-nos comenta Pedro.
Agrega: nosotros hemos estado tocando en una fiesta y de
repente alguien está diciendo bombas y nos tocan la marimba y entonces uno
pregunta por el cumpleañero, los apellidos y como lo conocen, y entonces ahí
van diciendo bombas. Un día se levantó
la esposa de don Chani y comenzó a hablar de los hombres y entonces le digo yo:
Bomba: ‘todo está muy tuanis yo no me meto con usted señora
porque me pega don Chany’ y cosas así, uno la improvisa, porque hay que ver que
hay alguien a quien se le dirige. Por
ejemplo va a un karaoke y ‘ya no pienso mantener este cariño’ y la muchacha
tal vez le va a cantar “te quedo grande la yegua”, y la
muchacha tiene a la par a un muchacho ahí y el muchacho todo agachado, entonces
tal vez usted le canta una canción, para contestar, tal vez el muchacho se
arranque y le cante “cascos ligeros” y la otra le canta “rata de dos patas” es
algo así, pero en son de alegrar, nunca en son de pleito, bueno no sé cómo lo
toman en otros lados, se ha prestado para más, pero en son de vacilar es así,
pero si hay gente que si se lo toma muy apecho.
Pedro afirma que él ha aprendido a crearlas solo. Por otra parte el comenta que las bombas se
inventan de camino, las mayoría de las bombas que decimos son repetidas de
otras personas que las inventaron. Tal
vez gente que no las ha realzado mucho o no les ha dado tanta importancia, pero
en bombas va a depender de la ocasión para poder recitarlas - Pedro afirma que
hace 15 años practica el recitar bombas y retahílas, pero lo que es bombas no
tiene tanta constante como lo que es serenatas.
Según nos cuenta Pedro esta práctica no es herencia: cantar
si lo he visto desde niño, cuando mi papa tenía un grupo, lo de las bombas era
como un chingue. Además agrega: “nos
dedicamos a aprenderlas para estar amenizando una fiesta, porque uno llegaba a
cantar y nos decían ¿ustedes cantan canciones de parodia o algo cómico algo así? Entonces ya ahí fuimos viendo, escuchando a
otra gente, y luego decíamos que nos podíamos echar una canción que era de
doble sentido. Y hay otras canciones que
son descomposiciones, entonces esas canciones dan gracia, y uno primero echaba
todas las canciones y luego al final echaba cinco o seis bombas y ya termina
con el evento”.
Pedro nos comparte algunas anécdotas como las siguientes:
“al principio, eran demasiadas las retahílas, y las que mi hermano se aprendía
yo me aprendía las mismas que él se sabía y yo lo seguía en la mente y yo sabía
cuándo se equivocaba, y cuando empezaba a pifiar yo seguía la retahíla, porque
la gente lo va a escuchar a usted decir una retahíla, pero ya lo ve que se está
equivocando, cuando él se salía de la historia, yo la seguía y viceversa el me
ve que yo pifiaba con algo y él se metía.
Decía que se le olvidaba la retahíla.
Además recuerdo que una vez en las Juntas, hay una retahíla
que es muy rajona que reta mucho a pelear a la gente, él dice que él es bueno a
las pescozada, pero eso es parte del show, como una bomba que dice: “yo no soy
pollo que rasca tierra ni perro que encaja gatos pero me pasan las del garrobo
si me dan sombra me acomodo a cada rato”.
Eso de hacer sombra es de alguien que a cada rato quiere pelear, y
bombas así.
Estábamos echándola y abajo habían unos “embellecedores” y
dicen: ¿es cierto que usted es bueno a los pescozones? Ahorita que usted termine viene aquí abajo y
me va a demostrar si es cierto y yo así (recogido de hombros), como la gallina
cuando pone un huevo. Y es parte del
show, no porque uno diga que es bueno a pelear va a pelear, es un asunto de
retahílas.
En otra ocasión nos invitan donde Mimí, entramos por atrás
y no vimos a la gente que teníamos de espalda, solo a los de la serenata, les
cantamos y dicen: verdad que ustedes echan bombas y nosotros dijimos que sí, es
para calentar el evento nos dicen, y cantamos una que otra canción de un pronto
a otro llega mi hermano y dice: “Bomba una monja se cansó de tomar agua bendita,
y el otro se nos quedaba viendo feo, y continua: y a los nueve meses le nació
una monja chiquitita. Y yo digo, hermano
¿pero qué te pasa? y volvió a ver para
atrás y estaban todas las monjas de la escuela Eulogio y habían como 15 monjas
atrás de nosotros no las habíamos visto, vieras qué vergüenza.
También recuerdo que en las Juntas en una despedida de
soltera, la muchacha no sabía que se le había muerto el papa y nosotros no
sabemos, nada más sabemos que nos pagaron una serenata para ella y para el
novio, porque se casaban al siguiente día.
A ella la llaman y está todo mundo así (serio) y digo yo, que a qué hora
lo traen y me dice un compañero: cállate mae, y le digo yo ¿Qué paso? Acaban de llamar a la muchacha y le dijeron
que el papa acababa de morir. Y yo
diciendo que a qué hora lo traen y como era una serenata uno no iba a estar
como un velorio ahí”.
Al nosotros echar serenatas y cantar y andar haciendo ese
tipo de actividades de bombas, nosotros hicimos un grupo, yo aprendí a tocar
marimba desde pequeño, y cuando ya entramos al colegio el grupo de marimba de
la escuela ya no, de hecho yo y otros compañeros fuimos los que formamos ese
grupo de marimba de la escuela Monseñor Luis Leipold, fuimos a diferentes
lugares y eso hizo que nosotros nos fuéramos dando a conocer y que además las
personas de otros lugares nos conociera-agrega Pedro.
Nosotros hicimos un grupo con don German Arredondo, al
principio éramos dos o tres y me da gracia por solo tocábamos tres canciones y
ahora tocamos las mismas pero ahora las tocamos con un poquito más de ganas.
Por otra parte Antonio también da un importante énfasis
cuando se habla al frente de un público: “por otra parte es importante tomar en
cuenta cuando se habla al frente del público.
Por ejemplo yo estoy tacando guitarra pero si en el publico hay alguien
que sabe, que es un muy bueno tocando guitarra y ve que to fallo un tono, esa
persona se va a dar cuenta inmediatamente, para el que no sabe nada está
pasando pero para el que sabe y eso cuesta más cuando hay alguien que se dedica
casi que a lo mismo que uno hace”.
“Lo mismo sucede cuando usted recita bombas o retahílas
pero también depende de donde usted este y si hay alguien que conozca la
retahíla original, y podría decir que se la jugo pero al mismo tiempo ya te
está cuestionando, como les digo primero es desenvolverse bien con el público y
perder el miedo”.
Hasta el día de hoy Pedro no ha participado en concursos
solo en presentaciones culturales o actividades culturales.
Para identificar a un buen retahilero Pedro nos comenta que
no es cualquier persona la que va a venir a decir una retahíla: “si usted
escucha a Amelia, ella inventa una retahíla de donde sea y de lo que sea, si
usted escucha a los de la Bajura, es buena, pero es totalmente lo contrario a
lo que ella hace, ellos planifican lo que van a decir, al igual que Max, al
igual nosotros. A ella le sale no sé de
dónde, de hecho yo estuve en una asamblea y ella estaba echando bombas y estaba
un señor de San José que es muy
bueno, él es coplero, hecha bombas él y es retahilero, y
doña Amelia le pego una enjachada, que yo me quede admirado, y después se metió
otra señora y después se metió un muchacho y empezaron contra doña Amelia, pero
no pudieron con ella sola y ahí no se puede meter alguien inexperto, porque
para decir una bomba primero tiene que pensar que es lo que va a decir, porque
lo va a decir y si le contestan esa bomba usted tiene que tener la respuesta,
por lo menos usted tiene que saber qué es lo que le van a decir, saber qué es
lo que viene para saber qué es lo que va a responder”.
Los que echan bombas y retahílas, creo que estudian para
eso, hay algunos que les nace, hay otros que estudian, yo conocí un muchacho en
Santa Cruz que él estudia para eso, está en una universidad, y de hecho yo lo
escuche, llego alguien en las fiestas de Santa Cruz se echó una bomba y después
llego él y comenzaron. Ya después me
conto la tía de él, que se dedica a eso, a estudiarlas, y él sabe cómo y en qué
momento contestarle a usted si de manera grotesca, si de manera vulgar o lo que
sea, dependiendo de lo que usted le diga-añade Pedro.
Dicho sea de paso Pedro nos da algunas recomendaciones, que
son las siguientes: la recomendación principal es perder el miedo, tenerse
confianza más que todo, porque como le digo vas a pararte en frente de un
público, así sea pequeño, tiene que tenerse mucha confianza, tiene que ser una
persona que ya haya pasado alguna experiencia mínima, como en alguna
presentación de escuela o colegio, casi siempre se reseña a esos chiquitos que
en la escuela van y cantan el himno al frente, y esos chiquitos son los que van
creciendo, y van evolucionando y cuando ya llegan al colegio, no les va a dar
vergüenza en el grupo o exponer, porque ya lo traía, ya ha traído esa practica
desde chiquito, es como cantar o presentarse.
La mayor recomendación es tenerse confianza y conocer muchas palabras y
frases.
Acerca de medir el tono de voz dice que eso sale
espontáneamente, si hay un bullón por ejemplo, yo tengo que decir bomba, casi
siempre donde se dicen bombas es en algo cultural, no vas a elevar tanto tu voz
porque todo mundo esta callado, pero si usted está en ese bullón y usted sabe
que hay alguien que tiene más volumen de lo que estás hablando o incluso música
de fondo, se debe elevar un poco más la voz depende del lugar y el momento, la
ocasión y la emoción, también porque si está en una fiesta y va a decir una
bomba, más si nadie sabe bombas solo usted se va a emocionar más, y el problema
es que nos sabemos un montón de retahílas y más que somos como los carros
buenos, somos impulsados por alcohol.
Entre otras recomendaciones para enseñar como recitar
bombas y retahílas lo primero sería preguntar: ¿sabe una bomba? Dígame una bomba. Esto con el fin de tomar en cuenta el grado
de dificultad, si es bueno o no como retahilero.
Además de que es muy importante rosarse con personas de
experiencia que lo practiquen necesario estar escuchando a alguien que diga
retahílas, de esta forma usted tiene la oportunidad de analizar como esta se
dice.
Antonio Achío Rodríguez

“Una bomba es un sentir, es parte de un sentimiento, puede ser un
mensaje o una contestación. También
puede ser un poco de la vida personal, dependiendo de la situación, del momento
y de cómo la diga.” – argumenta con tono de seguridad.
“Una retahíla es una historia. Puede
ser algo del pasado, un cuento, leyendas, historietas de un pueblo de un
barrio, debe meter mucho personaje; por ejemplo en la bajura mencionan mucho a
Garcila que es una señora chismosa o Toño Diablo. Ello da información, refleja la biografía;
habla de todo, de muchas cosas” – definiendo lo que es para él una retahíla.
Menciona también que las bombas y retahílas siempre se van a dirigir a
rajar. La mayoría de veces se va a
distinguir por querer imponer.
“Con las retahílas hay que ser muy explícito y con la bomba, debe
agarrarse en el aire.” – agrega.
Antonio indica que “una retahíla si no enjacha no es retahíla, tiene que
ser rajona; Incluso con un grito, usted está contestando que usted está
presente ahí y que se puede armar alguito.
La retahíla es un impulso, usted sabe que no puede brincar sin fuerza,
la retahíla siempre tiene que ir rajada.
Aduce que la bomba nació como información, un nicoyano hablaría de
Nicoya; un santacruceño diría que viene de la tierra del folclor y uno de Cañas
diría que viene de la tierra de la amistad.
En Santa Cruz hay una retahíla que habla del zacate para las yegüitas y
relata la historia del lugar, donde dice que ahí el sudor huele a hombría y que
aquel que no le crea, que vaya a ver. Por
otra parte, pueden ser contestaciones.
Añade que en el caso de las bombas, “hay bombas que no pueden ser
rajadas, tienen que ser con “feeling”, con algo de chiste. Por ejemplo:
¡Bomba!
Ayer bajó un pintor
A pintar tu hermosura
Y no se le van quedando las brochas….”
En medio de risas Antonio indica que no es la continuación ni la rima,
es el feeling que usted le dé para que la bomba sea agradable; agrega que si
bien no se dedica a recitar bombas y retahílas, sino a ser serenatero, esa
capacidad de proclamar bombas y retahílas nace en medio de un “chingue”. Era un vacilón entre hermanos, aprendieron
solos. Posteriormente, con sus hermanos
en las fiestas y los compañeros de bomberos armaban las fiestas.
El cantar si es hereditario porque tanto el papá como la mamá cantaban
en el coro de la iglesia.
Antonio también hace énfasis en que para enseñarle a alguien tiene que
nacerle. “Ustedes verán que para que
alguien pueda tirar una bomba o una retahíla, casi siempre tiene que nacerle. Debe ser una persona que ha interactuado con
gente o con público. Debe ser una
persona que ya se haya rozado con un escenario para que pierda la timidez
porque puede que te equivoques, ya que esto no es un karaoke. Para mejorar cosas de camino en lo que son
las bombas se debe tener una práctica constante. No lo dices cada 25 de julio, eso siempre
debe hacerse.”
Comenta que cuando les llegan visitas a bomberos, se ponen a vacilar. “Por ejemplo decimos la palabra beso entonces
buscamos con que rimar. Hay unos
compañeros que no riman nada y nosotros reímos nada más. Eso es improvisar.”
Agrega: –Mis hermanos y yo,
cuando hemos estado en fiestas, y de repente unos compas míos tocan en la
marimba el Punto Guanacasteco, buscamos el nombre del cumpleañero, los
apellidos o como lo conocen y ahí vamos diciendo bombas.”
Recuerda también una anécdota en la que la esposa del conocido don Chani
estaba hablando mal de los hombres y él (Antonio) le dijo:
“¡Bomba!
Todo está muy tuanis
Yo no me meto con usted,
Señora,
Porque me pega don Chani.
¡Uyuyuy Bajura!”
Indica que “uno la agarra en el aire, todo en son de alegrar nunca en
son de pleito. No sé cómo será en otros
lados, porque se han prestado para más. Pero
en son de vacilar es así: ya pasó ese chingue y ahí murió el tema.”
Otra experiencia que recuerda es que cuando estuvo en el grupo de Caña
de Azúcar con Fernando (no indica apellido), su hermano Pedro era marimbero y
él era percusionista, tenían esa constante al año. Era así como evolucionaban porque a través de
las presentaciones, mantenían la práctica.
“En estos momentos si vos me preguntás
a mí por una retahíla de aquellos tiempos, debo hacerle mente o
escucharla otra vez para volverla a tirar.
Si sos una persona agraciada a la hora de hablar, eso te va a ayudar a
que dé gracia. Eso pasa en las bombas o
incluso al cantar. Si al hacerlo te
metés con la gente, la gente te lo va a regresar. Eso se llama ganarse al público primero antes
de que el público se lo gane a uno. Porque
si el público te gana a vos te hace sentir chiquitito pero si te ganás al
público primero lo tenés aquí (señalando la palma de su mano)” – comenta
Antonio orgulloso de sus experiencias.
“Siempre se debe estar muy seguro de lo que se va a hacer. La gente espera una bomba y espera que rime,
que termine bien, la gente espera el final.
Por ejemplo en una retahíla vos estás ansioso de lo que va diciendo y
estás ansioso del final y ese final debe ser vacilón. El problema se da cuando al final lo que
decís es un trabalenguas” – manifiesta Antonio haciendo referencia a aquellas
personas que no han practicado lo suficiente, o tratan de simplemente ver que
sale.
Tanto sus hermanos como el han aprendido solos a decir bombas. Las bombas se inventan de camino-manifiesta. Indica que a veces se aprovechan bombas que
no se han realzado mucho, o no les han dado tanta importancia. Sin embargo, todo depende de la ocasión.
“Desde hace quince años inicié
con lo de las bombas, pero no tiene tanta constancia como lo de las serenatas. No es herencia el recitar bombas, el cantar
sí. Nos dedicamos a aprenderlas para
amenizar alguna fiesta” - dice con aire ostentoso.
Antonio relata algunas de las experiencias que ha tenido en
presentaciones y que por ese talento todo mundo le conoce. “La ventaja es que en esto hay mucho rescate. Esto que se está haciendo –compilar bombas y
retahílas- es parte de esas experiencias importantes que uno guarda” mostrando
agradecimiento en sus palabras.
Agrega que las personas podrán tener mucho conocimiento de un tema pero
a la hora de expresarlo es muy diferente.
Apunta a que hay gente que lo expresa bien aunque no conozca del tema,
más si hay alguien que sabe de lo que usted está hablando.
Cuando existe gente que conoce de bombas y retahílas, esas personas se
van a dar cuenta de que “pifeó” algo, un historiador o alguien que conozca bien
la retahíla o la bomba. Primero es
desenvolverse bien con la gente.
Agrega que no ha participado en concursos propiamente pero que sí ha
estado presente en actividades culturales, fiestas y celebraciones como las del
Día de la Anexión.
Como parte de las características de un buen proclamador indica que la
persona debe utilizar personajes propios del lugar, en Cañas “Patona y Puchuca”
son algunos de ellos. También
exterioriza que las retahílas no se escriben de la noche a la mañana. Debe mezclar e investigar sobre apodos,
historia; y, a través de la rima, debe hacer mucha coherencia con lo que dice. Un buen proclamador o una buena proclamadora
de bombas y retahílas debe tener percepción de la contestación y debe estar
preparado o preparada para responder la bomba con que lo reten. Indica que hay muchas personas que traen el
talento, otras simplemente lo aprenden.
Algunas recomendaciones principales para hacerse un experto en la
materia son: perder el miedo, tener auto-confianza, debe haber pasado una
experiencia frente a mínimo tres personas.
Agrega que mucho influye que la persona pierda la vergüenza de
expresarse ante un público. Debe tener
mucho vocabulario, tener propiedad a la hora de hablar, presencia, temple,
seguridad. Imponerse para que “le den
pelota”. Su voz debe marcar presencia.
En lugares donde las personas son muy tranquilas indica que no es
necesario levantar la voz para gritar “¡Bomba!”, pero en lugares donde el
sonido es muy alto, donde hay muchas personas hablando o la música muy alta, es
imperante subir la voz.
Algo muy importante dice Antonio “es que la persona debe emanar alegría,
aunque te esté llevando Candanga, porque ni el Punto Guanacasteco se puede
tocar tristemente. Y es un hecho,
después del Punto va una bomba. Para
ambas se debe mostrar alegría, orgullo…”
Si tuviera que enseñarle a una persona a proclamar bombas Antonio
recomienda que es muy necesario empezar a practicar la rima en las palabras
para ser un buen improvisador. Es
inevitable estar escuchando a una persona que se dedique a hacer bombas y
retahílas, para practicarlas y “agarrar volado”. Manifiesta también que toda bomba y retahíla
debe ir evolucionando y cambiando según el tiempo: hablar de WhatsApp,
Facebook, sin dejar de lado lo tradicional, que es lo imponente, lo rajón.
En el caso de los niños, revela que no se pueden decir las bombas tal
cual, debido a que hay finales que son no apropiados para ellos, por lo que se
utilizan finales divertidos aunque éstos no rimen.
Para finalizar, Antonio comparte algunas bombas y retahílas para
inmortalizarlas en este compendio.
Una vieja me contó
Que ella había nacido
Muy adentro en la bajura,
Pero que era de Nicoya,
Que era hija de la Golla,
De la que echaba las tortillas
A la par de donde Melodías Espinoza
Frente donde Macostecho Barrantes
Que eran unos viejos de antes
Que ya se encontraban finados
Pero que los viejos condenados
Eran el puuuuro pisuicas
Que tenían amaestrada la mica
Y que no era por rajar
Pero que de vez en cuando
Se llevaban el Cadejos a montear
La vieja continuó con su historia y su tertulia
Y dijo que su gracia era adulia
Y a su hombre don Otilio
Que mantenían un idilio
Desde el día en que se casaron
Y que por eso solo compraron
Una plancha de dientes pa’ los dos.
Ella probaba los frijoles y ella el arroz.
Ella las tortillas y el hombre la moronga,
Y de ahí Dios guarde,
Quién se la ponga
Midiendo bien su chanchada
Porque la plancha de dientes
Cualquier olor archivaba.
¡Bomba!
Mi suegra linda
Señora preciosa
Hermosa, hermosa, guapísima
Uuun cascabel la picó,
Pobrecita la culebra
¡La culeeeeebra se murió!
Yo vengo de una tierra alegre
Donde se le canta al pueblo y a la gente que
aquí llegue
Donde se siente el sabor bien criollo
Con solo que uno se arrime.
Donde estos colores de pampa
No se ven por otros confines.
Tierras de extensas llanuras
Donde hay muy lindas morenas
Que dan amor y ternura,
Amor que se convierte en odio,
Si uno anda haciendo diabluras.
Y quiero decirles también
Que en esta tierra bendita,
Hay amor, comodidad
Y zacate para yegüita.
Y el que no me quiera creer
Que venga y se dé una vueltita.
Aquí por mi tierra linda,
Tierra de Esquipulitas.
Tierra de hombres bravíos,
Arrechos al pescozón,
Que no le niegan puñete
A aquel que los provocó.
De esta preciosa tierra
Tierras de dónde vengo yo
A contarles esta historia
Pa’ que sienta el folclor.
Pa’ que sienta el sabor a pueblo
Que les traigo yo.
Sabor que el que no lo siente
Seguro ya se murió.
Seguro guindó las tenis
Y solo el tufo dejó.
Yo quiero decirles amigos,
Y quiero decir de verdad,
Nosotros venimos desde Cañas, Guanacaste
Que es la tierra de la amistad.
Lo digo con sentimientos
Y lo digo con el corazón
Somos ticos de nacimiento,
Guanacastecos, gracias a Dios.
Luis Fabián Monge Chávez.
Luis Fabián es un niño de nueve años, hijo de Mauricio Monge y Xiomara
Cháves, nacido en Liberia y vecino de la comunidad de Palmira de Cañas. Él aduce que una bomba para él es algo tico,
algo se trae desde el nacimiento y que tanto bombas como retahílas son lo mismo
desde su perspectiva.
Comenta que aprendió a proclamar bombas y retahílas porque su papá y un
tío le enseñaron a hacerlo. Además, él
escuchaba discos y tanto su papá como su tío le iban orientando en el proceso
para perfeccionarse en el arte de decirlas.
Desde los cinco años él se dedica a proclamar las bombas y retahílas. Actualmente, tiene un repertorio de 33
proclamaciones entre ambas manifestaciones folclóricas. El papá agrega que no las crean, pero que su
el interés de su hijo por las proclamaciones es innato, que han hecho una
compilación de libros y discos para que practique y memorice las creaciones.
Mauricio lo considera una herencia debido a que Luis Fabián lo aprendió
de él; y, hasta el momento, sólo él como padre es la única persona que desde su
familia lo ha desarrollado. El último
miembro de la familia que lo practica es el hermano de Luis Fabián, llamado
David, quien tiene 9 años, y ha participado también en concursos a nivel
escolar.
Xiomara indica que la primera vez que Luis Fabián empezó a proclamar
bombas y retahílas, ambos se asustaron por el hecho de que nadie lo había
puesto a practicar. Una experiencia que
sus padres recuerdan como anécdota fue la sucedida un día que andaban de
vacaciones en Condovac, un hotel de playa.
Los animadores organizaron un concurso de bombas para niños y Luis
Fabián pasó a participar. La primera
bomba fue una de un pañuelo pero la segunda definitivamente era una bomba no
apta para niños. Ellos como padres
querían “meterse debajo de la mesa” porque la bomba la había aprendido del tío,
quien la repetía mucho.
Entre risas Mauricio y Xiomara permitieron que Luis Fabián compartiera
la bomba que su tío le había enseñado de muy pequeño:
¡Bomba!
Cuando estaba chiquitito
Tomaba leche pinito
Ahora que estoy grandote
Se me sale por el … (y en este punto lo
detuvieron sus padres).
Tanto Xiomara como Mauricio, con un tono vergonzoso agregaron que la
animadora preguntó por los padres del niño que con tan picosa bomba hizo reír a
extranjeros y locales en el lugar. El
público, complacido con la intervención de Luis Fabián, pedía que la repitiera. Al final de la actividad, la gente por cuenta
propia los buscaba para que Luis Fabián los engalanara con las bombas y
retahílas que había aprendido.
Su madre expone que Luis Fabián
ha participado en concursos escolares, sin ninguna premiación, en lugares como
Liberia y Bagaces sobre todo en ocasiones donde se desarrollan actividades
culturales.
Su padre ha inculcado en Luis Fabián que un buen proclamador de bombas y
retahílas se identifica por la claridad en la narración de las bombas, la
cantidad de vocabulario y que no sean repetitivas, que aunque la idea sea la
misma, las palabras adornen las frases de una forma diferente. Su madre también le ha recomendado que las
retahílas y las bombas deben tener una secuencia lógica, que el tema no debe
desviarse al final de las mismas.
Algunas otras recomendaciones con las que tanto Luis Fabián como Xiomara
y Mauricio concuerdan son la práctica, escuchar obras de otros proclamadores y
sobre todo reconocer que ese arte es algo que se lleva “en la sangre”.
¡Bomba!
Ya con esta me despido,
Ahí les dejo bombas por yardas,
Y también el cuero mío,
Pa’que se hagan una albarda.
David Monge Chaves
¡Bomba!
Hey víbora víboriana
Chiquita pero galana
No me quita las ganas
Ni tampoco la ponzoña
Soy como la hierba buena
Que en todo tiempo retoña.
¡Uyuyuy bajura!
Y así inicia David su entrevista.
David Monge Cháves es un niño de seis años, hijo de Mauricio Monge y
Xiomara Cháves, nacido en Liberia y vecino de la comunidad de Palmira de Cañas. A su corta edad, él vive el folclor
guanacasteco en su máxima expresión. Al
igual que su hermano, Luis Fabián, su habilidad para proclamar bombas y
retahílas es una cuestión natural comentan sus padres.
Por su corta edad el no define lo que es una bomba pero asegura que se
emociona muchísimo cuando tiene que decirlas frente a la gente. Sus padres exponen que aprendió a proclamar
bombas y retahílas escuchando a su hermano y escuchándolo él (su padre) y a un
tío quien también “se apunta” a proclamarlas.
Además, el escuchar discos, escuchar a su hermano y su padre e invertir
tiempo en aprenderse las obras ya existentes han ayudado a que David vaya
perfeccionando su arte.
Mauricio, su padre, indica que él ha compuesto sus propias bombas y
retahílas; sin embargo, las que sus hijos han aprendido provienen de
folcloristas como los que conforman el conjunto “Los de la Bajura” o bien Max
Barberena, reconocido personaje cañero.
David, al igual que su hermano, ha participado en actividades culturales
dentro de la provincia amenizando con bombas y retahílas aquellos eventos a los
que los invitan.
Su madre agrega que para días festivos como el veinticinco de julio,
entre compañeros tratan de inventar bombas y “vacilar” entre ellos, no con el
fin de competir sino de compartir y aprender del talento de su hijo.
Como padres se sienten orgullosos del talento de sus hijos, y
aprovechando la pasión que ello les produce, seguirán formándolos en este tipo
de manifestaciones folclóricas para conservar una tradición que nos caracteriza
como guanacastecos.
Axel Barrera Murillo
Axel Barrera Murillo es un niño de 6 años
quien está iniciando su vida en el recitar de bombas y retahílas, actualmente
reside en Palmira de Cañas, Guanacaste y nació en Liberia, Guanacaste. Según nos comenta la madre del pequeño, nunca
se ha hecho la pregunta de que es una bomba o bien una retahíla.
En palabras del pequeño niño, él define una
bomba como: “cosas de hombres” y una retahíla la define como: “decir bombas”. También nos comenta como aprendió a decir
bombas: “aprendí escuchando algunas en el teléfono de mi mama”.
Nos comenta Axel que hace aproximadamente 1
año inicio en el mundo de las bombas y retahílas. Axel agrega que: “en una cabalgata escucho a
la gente decirlas”.
Agrega la madre del niño que Axel es el único
en la familia que recita bombas y retahílas.
Hasta el momento no ha tenido ninguna participación en actividades, por
ende no tiene ninguna experiencia que contarnos. Comenta la madre de Axel que “actualmente
solo en la escuela participa pero únicamente cuando son días festivos o bien
cuando tienen que aprenderse alguna para decirlas en los actos cívicos.
Mauricio Monge Murillo
Mauricio Monge Murillo es un joven de 33 años, nació en San
José Costa Rica, actualmente reside en la comunidad de Cañas Guanacaste. Hace aproximadamente tres años da inicio en
el mundo del recitar de bombas y retahílas, en festejos como topes gusta de
recitar dichas bombas al lado de otras personas, esto con el fin de alegrar el
lugar donde se encuentre.
“Una bomba es una forma simpática de decir algo para
alegrar el ambiente en un determinado lugar”-argumenta Mauricio con tono de
seguridad.
Por otra parte define una retahíla como: “una historia
corta o larga en algunas ocasiones, con la cual nuestros antepasados alegraban
las reuniones y fiestas.
“Hace aproximadamente cuatro años se cómo recitar bombas,
pero cuando mis hijos comienzan a interesarse a prender a decir bombas y
retahílas entonces ahí es cuando me sale más la espinita, y entonces practico
más con ellos, como decirlas y a componer también, dicho sea de paso aprendí
solo, escuchando y practicando constantemente, mis padres siempre han escuchado
bombas, también escuchaba a los de la Bajura, conseguí material de retahílas y
entonces así fui practicando”- asegura Mauricio que esta fue la forma en como
aprendió a recitar las bombas y las retahílas.
“El hecho de recitar bombas y retahílas si es herencia en
el sentido de que a toda mi familia le ha gustado pero para contarlas ya eso
no, yo vengo siendo la primera generación que lo practica y actualmente el
último de la generación que lo practica es mi hijo David”-afirma Mauricio.
Mauricio nos comparte algunas de sus experiencias:
Experiencias todo el tiempo se van teniendo, por ejemplo
cada vez que se va a una cabalgata o que vamos a un tope, entonces vamos un
grupo de amigos, todos vamos juntos y compartiendo entonces va tirando una y
otra.
Una experiencia bonita fue en Tierras Morenas el año pasado
llegamos tres y nos pusimos a decir bombas, y teníamos casi como media hora e
íbamos tirando una cada uno entre los tres, hasta que nos pararon.
Tal vez hay ciertas personas que se sienten ofendidas, como
ahí en Tierras Morenas un señor se puso bravo porque decía que él era más
hombre que todos y entonces quería pelear, ya se encontraba borracho, pero no
pasó a más.
“Nunca he participado en concursos”-asegura el.
Nos comenta Mauricio que para identificar a un buen
narrador de bombas y retahílas es importante tomar en cuenta: “la forma de
decirlas, tiene que decirlas de tal manera que no se oiga un enredo, que sea
fácil de escucharla, que además lo que diga vaya concordando. Por ejemplo la retahíla va narrando varias
cosas a la vez, entonces tiene
que llevar una secuencia no perderse del objetivo, porque
puede ser muy bonita la retahíla pero tiene que tener sentido y también tiene
que tener un poquito de gracia”.
Mauricio brinda algunas recomendaciones para las personas
que desean aprender a recitar y crear bombas y retahílas:
“Eso se trae en la sangre, a usted le nace, usted se
aprende un pedacito de alguna y cuando se da cuenta ya se sabe toda la bomba o
bien la retahíla, y le va saliendo bien entonces ya usted se va dando cuenta de
que puede y aprende, eso es mucha práctica.
Y si no sabe o no puede y lo intenta entonces como le digo, ya eso lo
trae uno, puede ser que tal vez con la constante práctica, pero no va a ser
igual”.
Dicho sea de paso Mauricio sugiere algunos pasos a seguir
para incluirse en el mundo de las bombas retahílas o bien como enseñarle a
alguien a hacer sus propias creaciones: “primero que todo tiene que practicar,
eso es lo básico, ya después de eso puede ir intentando, puede practicar
haciendo un poquito de rima y poesía, para que vaya llevando más concordancia,
para que vaya practicando y ya después de eso es más fácil poder hacerlas. Normalmente la retahíla es como cantadita,
usted tiene que ir haciéndola con respecto al ritmo”.
Para concluir se hace referencia a una retahíla recitada
por Mauricio Monge Murillo:
Soy la alegría de mi pueblo
Cuando disfruto de sus coplas
Vengo trayendo la alegría
Gritando traigo mis bombas
Soy como la zarza que por más que
brinque siempre raya
Coyunda pa’ el malcriado
Cariño pa’ las damas
Buen pizote solitario para que me
quiera comer
Aquí esta esté machito pura pólvora
seca
Peligroso como rifle viejo
Buen cantador y enamorado
Me enorgullezco de mi tierra
Y por ella la cara doy
Soy Guanacasteco
100% cañero de corazón.
Amelita Gutiérrez Reyes.
Amelita Gutiérrez conocida como Amelia, es una dama de 51
años de edad, actualmente reside en Cañas Guanacaste, nació en Colorado de
Abangares. Amelia define como bomba
como: “algo alusivo a cualquier cosa, objeto o persona pero que rime, donde se
va haciendo como una rima o un verso. Sucede
como cuando una mujer pasa y un hombre le dice un piropo, ahora se lo dicen en
una bomba, entonces se contesta”.
Para explicar lo que es una retahíla, Amelia lo define
como: “la retahíla es más larga que la bomba, es alusiva a lo mismo, por
ejemplo una bomba son cuatro reglones, y el cuarto reglón combina con el primero. Por ejemplo:
En esta tarde tan bonita
que yo estoy con usted
que lastima que no me prepare
para invitarla a un café.
Que linda la muchacha
que vate y que vate
que rico
que hace el chocolate.
Eso es una bomba, la retahíla puede ser igual pero más larga
igualmente alusiva a algo o a una persona.
Por otra parte Amelia nos comenta como aprendió a decir
bombas: “eso es de natural yo lo herede de mi papa, yo siempre veía que el
echaba versos, pero de pequeña nunca. La
maestra le decía a los niños del kínder: ¿Quién va a decir una recitación de
acuerdo a esta dramatización? Entonces
yo me ofrecía ya que tenía gran facilidad para eso, pero no sabía eso. Eso pudo a ver sido hace unos 50 años. Después cuando yo llegué aquí a Cañas, entre
al colegio nocturno igual le decía a los compañeros, y no es como ahora que se
le ha dado auge a eso. La gente lo ve a
uno y dice: “mira la coplera, mira la que hecha bombas”. Yo tenía 37 o 38 años cuando una gente me
dijo que me metiera al grupo de ellos, pero era porque yo gritaba muy bien. Entonces me metí al grupo y ahí fue donde
comencé, yo le hacia las bombas a los compañeros y así sucesivamente fue
pasando hasta que ya, hace unos 6 años que me ha dado más interés porque yo he
estado con el Festival de las Artes, el año pasado me catalogaron como la
primera coplera de Guanacaste, la primera en retahílas y bombas, entonces me ha
ayudado aún más.
Además agrega: “en muchos lugares se han dado cuenta que
esta una marimba y yo me arrimo y pido el punto, más cuando es aquí en Cañas,
aunque uno tiene más afuera del
pueblo. Si me han
hecho homenajes aquí y todo, pero la gente me busca más de otros lugares para
actividades.
Amelia nos comenta hace cuanto aproximadamente practica el
recitar las bombas y retahílas: “hace aproximadamente 24 años, siempre las
usaba en las fiestas de mi familia, pero no sabía que era un don para mí, yo
simplemente lo hacía y nada más, me di cuenta hace como unos 23 años.
Además nos comenta Amelia quien la persona que la enseño a
crearlas: “es hereditario, mi papa lo hacía y yo lo oía. Además la persona ya lo trae, en la familia
hay más de uno que lo practica. De hecho
hay un primo que yo lo he invitado aquí a Cañas, por ejemplo es que yo salí del
monte, pero el monte no ha salido de mí, en el caso de él, él no ha salido del
monte ni el monte de él.
Amelia añade que el recitar de bombas y retahílas se da en
la familia desde hace muchos años:” si desde mi papa, luego un tío y este tío
nos echaba versos, a las muchachas. Yo
tenía un hermano que ya murió, que como me duele no haber escrito los versos
que él me dijo porque eran muy bonitos, ¿de sonde los saco? No lo sé.
Ahorita yo puedo ver un libro de bombas, tengo algunas criollas, como
decimos aquí los Guanacastecos, pero a mí lo que me gusta es en el momento,
improvisar.
Además Amelia agrega: “actualmente tengo dos nietos que les
gusta pero no lo traen, se las han aprendido, y en este momento tengo que
preocuparme más por eso, actualmente uno tiene 10 años y el otro 8 años. El que tiene 8 años cuando tenía 6 años fue a
una fiesta a Heredia y quedó como los grandes porque le había enseñado yo y
ahorita me duele no haberlos agarrado más pequeños, porque entre más pequeños
aprenden más, pero si les gusta. Pero es
que eso ya se trae interiormente.
Amelia nos comenta que si alguien no lo trae si es posible
que lo aprenda: “yo pienso que si porque conozco a un niño que ya está grande
que dice que el tanto de oír a otros a los de la bajura, a mí misma, él ha ido
aprendiendo, quiere decir que al que le gusta lo puede llegar a realizar,
aprendidas y con mucha práctica.
Seguidamente Amelia nos relata algunas de sus experiencias
en el recitar de bombas y retahílas: “en la escuela para todas las recitaciones
era yo quien las hacia entonces me aprendía un montón, cuando estaba en el acto
cívico, yo era la última y cuando ya terminaba recuerdo que lo que yo decía
era: y los botones de mi vecina, y entonces la maestra me dice que vuelva a
comenzar y me quede otra vez, para no cansarlos cuando en la tercera ocasión le
digo a la maestra y vuelvo a iniciar otra vez y comencé a decir cosas y cosas,
cuando yo termine la maestra estaba con un cuaderno y un lapicero y me dice:
venga y dígame todo lo que usted acaba de decir después de los botones de mi
vecina. Y yo le dije al ¡hay niña volví
a meter la pata porque no recuerdo nada!
Pero que lastima que ella misma no vio lo mío, yo tenía un amigo que era
marimbero, había muchos admiradores de las coplas mías, pero ese señor si me lo
repetía: Amelia que lastima que no te fuiste a estudiar a México y siempre me
lo decía.
A mí me hace gracia porque un día conocí a un Mexicano y me
dijo lo mismo que porque yo no había ido a México, y yo le respondo que no ya
se me paso el tiempo. Gracias a Dios yo
nunca me le he callado a nadie, en una ocasión en la periódico la nación, salió
un subtítulo: “Amelia la que para a los hombres en jaque” y a mis hijos no les
gustaba el título, entonces yo les decía que había que leer todo para
entenderlo, seguro fue porque en algún momento les dije que nadie me la ganaba
porque siempre me dan el material, por ejemplo que me digan los zapatos, y
siempre me sale algo alusivo a lo que me digan.
Amelia nos comenta: “si ha participado en concursos, pero
muy pocos, uno se puede decir en la Shell (antigua bomba en el cruce de
Limonal) y otro aquí, pero es que aquí en Cañas hay varios pero nunca hacen una
competencia de coplas. En una ocasión en
la Shell estábamos ahí y llego Max pero es que el son retahílas largas y
aprendidas, y lo mío si yo puedo decir muchas pero lo fuerte mío es cuando hay
un dúo, un duelo, porque a mí él nunca me va a callar yo siempre voy a tener
una bomba para contestar.
Seguidamente Amelia nos comenta como identifica a un buen
recitador de bombas: “que me calle, que no ha habido gracias a Dios, no ha
habido nadie que me deje callada, porque como le digo yo siempre voy a tener
con que responder, no sé hasta cuando Él lo dirá. Por ejemplo los de la Bajura más bien me
apagan el micrófono para que yo no continúe, pero es que es mejor entre dos. Yo le puedo pasar toda una tarde diciéndole a
usted bombas, pero no es la gracia, a la gente le gusta pero a mí me gusta el
dime que te diré yo lo hayo más emocionante.
Cuando vamos a los festivales de las artes, el FIA, nos
presentan uno por uno, primero cada uno dice lo suyo, después vamos todos y
salimos todos y que no se quede ninguno diciendo bomba y mientras se queda
pensando el otro le quita el micrófono, y yo arrebata el micrófono. A mí me sucedió una vez, yo dije: ¡Bomba! Y es que la que iba a echar era muy fuerte y
mientras sacaba la otra me quitaron el micrófono y lo dejamos ahí como un
segundo para que la gente espere. Hay
gente muy buena, yo he estado con gente muy buena, me han buscado para hacer un
trio, dos varones y yo, ellos me han llamado para hacer presentaciones en San
José.
Yo de mi parte le doy gracias a Dios, porque ese don lo
herede de mi papa, tengo bastante familia, bastantes primos. Hay un hermano que es rápido, pero eso es de
cada quien, yo salí del monte aunque el monte no haya salido de mí.
Amelia nos comenta la forma en que ella identifica a un
buen retahílero: “que me deje callada, si hay buenos hay muchos niños, pero no
he tenido la oportunidad de estar con ellos.
Por ejemplo en un tope que bonito es llevar un dúo, un hombre conmigo u
otra mujer. En una ocasión pasada en un
desfile en marzo de boyeros yo tuve una oportunidad, veníamos en la carroza
cuando comenzamos, ellos me pasaron el micrófono y me gusto de momento estaba
él y me daba el pase a mí, y las bombas eran alusivas a la gente que estaba
ahí, porque como le digo la gente me ven y dicen: ¡una bomba Amelia! Y yo nunca les digo que no porque siempre las
tengo.
Amelia nos comenta algunas recomendaciones para una persona
que desea aprender a crear sus propias bombas y retahílas: “que me busquen a mi
o acercarse a alguien que sepa. La vez
pasada me buscaron de la Universidad Estatal a Distancia, era para compartir
con niños, había una niña y yo le dije como hacer una bomba, esta niña hizo un
verso y yo le dije a la maestra que no pierda a esa niña, este es mi número y
yo vengo para ver que se hace.
Con respecto al tono de voz, cuando usted está en una
fiesta uno sube el tono de voz, especialmente si hay más personas alrededor.
Agrega Amelia algunos pasos para incluirse en el mundo de
las bombas y retahílas, además de como ella le enseñaría a alguien a hacer sus
propias obras: “primero que todo buscaría niños que les guste, porque si a
usted no le guata algo usted no lo va a hacer, y poco a poco con el interés que
se ponga puede llegar a ser un buen coplero a la par mía o de otro que sepa.
Actualmente Amelia se encuentra elaborando un libro con sus
propias creaciones.
Estas son algunas de las bombas de Amelia:
¡Bomba!
Aquí esta Amelia Gutiérrez
que como le entretiene
pero como me gustaría ser su
compañera
en la UTN.
¡Bomba!
Del gallo me gusta el canto
del caballo la carrera
del toro la vuelta del cacho
y de aquel muchacho la billetera.
¡Bomba!
Hoy me levante muy temprano
y me restregué con un paste
tengo el placer y el orgullo de
decirle
que soy Amelia Gutiérrez de Cañas
Guanacaste
como me gustaría llevarla al rio
para que vea que en lugar de agua lo que corre es leche
las piedras son cuajadas
las mujeres aquí en Cañas parimos
hombres
no parimos cochinadas.
Mercedes Mora Medrano
Mercedes Mora Medrano es una dama de 60 años quien
actualmente reside en barrio las Palmas, Cañas, Guanacaste, nació en San José
Costa Rica. Mercedes afirma que una
bomba es: “a mí me nace una bomba y yo la invento y no se ni dé donde. Una bomba y una retahíla son distintas por
que la bomba tiene nada más cuatro reglones, y la retahíla es de más, si usted
quiere la puede hacer de 10 reglones a una retahíla”.
Por otra parte doña Mercedes nos comenta la forma en que
aprendió a decir bombas: “yo solita, porque desde pequeñita a mí me gustaba el
folklore, y una maestra en el MEP, desde que tenía 7 años doña Inés Chavarría y
después doña Gina, o sea dos calenturas que me inyectaron ese folklore”. Desde que tenía 7 años doña Mercedes recita
bombas y retahílas, en otras palabras hace aproximadamente 53 años.
Yo me pongo a inventarlas, yo me siento y me pongo a
inventarlas- afirma doña Mercedes que fue la forma en que aprendió a decir
bombas. También doña Mercedes nos
comenta: “en mi familia solo yo y mi bisnieto que me heredo, ahora me hizo una
bomba y le dije papi vamos a inventar una bomba y le dije solo una vez, vamos
Sebastián:
Adiós Juan bigote
Con plumas de zopilote
Dos veces y él se la aprendió “¡uyuyuy bajura!”. Yo soy la primera persona en la familia que
lo hace y el ultimo en mi familia, mi bisnieto Sebastián, él tiene 3 añitos”.
Seguidamente doña Mercedes nos relata algunas de sus
experiencias con sus primeras practicas: “la experiencia más bonita que tuve
cuando fui a San José en 1989, porque nosotros tuvimos un grupo de bailes, ya
de personas mayores, había gente de la caja (CCSS), de Taboga, todos éramos ya
mayores de 25, 26 años, inclusive ahora que hubo una exposición, encontré esa
foto, don Álvaro la puso ahí, eso fue en 1989, fuimos a San José a un concurso
y ganamos”.
Doña Mercedes nos relata sus experiencias en concursos:
“solo, el día que Mauricio Hoffman me agarro ahí improvisada que me dice: Merce
dígame una bomba. Y yo le dije que no
tenía bombas muy improvisadas, pero una bomba cualquiera me decía el, entonces
le dije una bomba, y gane, me gane 100 mil colones ese día, era el premio
teja”.
Doña Mercedes nos comenta la forma en que ella identifica a
un buen narrador de bombas o un buen rehilero: “primero, tiene que nacerle, el
folklore no se inyecta, el folklore nace, porque yo desde que tenía 7 años,
inclusive en un ensayo con doña Inés yo fuera ya de que tiempo muertita, me
agarro una bronconeumonía por un ensayo, ensayando un baile, el punto
Guanacasteco, llegue corriendo me quite los zapatos, me puse a ensayar así, a
los tres días me tenían a mí que si no hubiera sido el doctor relaje, por
ensayar los bailes típicos. Yo desde
pequeñita a mí me nace el folklore, inclusive yo una vez andaba en San José con
mi hija, y había una marimba y yo le dije: párate aquí porque yo tengo pegar un
grito, como me voy a quedar así, y me dice: bueno pégate ese grito señora para
que te vayas tranquila”.
Seguidamente doña Mercedes agrega algunas recomendaciones
para alguien que quiere aprender a recitar bombas, pero no sabe cómo: “a mí me
ha servido mucho que yo estoy en el Comité de Cultura, entonces ahí como que me
inyecto más, que comience a rosarse con personas que les guste el folklore,
porque hay gente que dice que no les gusta, pero uno los va involucrando y ya
ellos como que agarran fuerza, entonces como que ya entran en el ambiente del
folklore”.
“De mi parte, honestamente a hacha y machete, porque yo
invento, de hecho yo voy a actividades porque usted tiene que ir por las
bombas, y yo a veces tengo mucho trabajo, pero me dicen que tengo que ir porque
la presidenta ejecutiva dijo que fuera. Yo
solita porque a mí nadie me enseño nada”-agrega doña Mercedes.
Doña Mercedes nos relata la forma en que le enseña a su
nieto: “le digo la bomba y que el repita, esa se la dije hoy en la mañana, y
cuando llego la mama le dijo: ¡mama bomba!
Abuela le digo la bomba a mi mama, y yo le respondí dígale la bomba a su
mama:
Adiós Juan bigote
Con plumas de zopilote
¡Uyuyuy bajura!
Le encanta la cimarrona, ese niño como que la tercera
generación fue la que la que absorbió lo mío, porque ese niño es algo así, como
el clon mío, a ese niño le fascina, tiembla cuando oye la cimarrona, y usted lo
escucha: haceme una máscara, yo quiero bailar con la cimarrona, yo quiero
subirme y tocar la marimba”.
Algunas de las bombas de doña Mercedes se detallan a
continuación:
¡Bomba!
Cuando venga a Guanacaste
No debe de visitar
Este lindo pueblo de Cañas
Pueblo de amistad.
¡Bomba!
Venimos de la Chorotega
De esa linda región
Le damos gracias a esos compañeros
Por esta linda invitación.
¡Bomba!
Mauricio de ojos quemantes,
Que al mirarme me matás,
Decime pero cuanto antes,
Por qué diablos reculás.
¡Bomba!
Sabanero de tierra extraña
Que venís tan halagüeño
Si venís por esta negra
Esta negra tiene dueño.
Por otra parte doña Mercedes agrega: “una vez que vino
canal trece aquí a Cañas también, eso fue alrededores de los 80, ellos vinieron
a grabar aquí, una de las experiencias muy bonitas también que tuvimos. Después fuimos a Liberia también, hicimos una
dramatización de una cantina donde estaba tomando el sabanero que iba a hacer
las compras, él se queda tomando guaro entonces la mujer llega embrazada y lo
encuentra con otra mujer ahí, y se agarran a machetazos, esa también fue muy
exitosa.”
Además agrega: “el grito es algo que nace y la
bomba también nace, hay bombas que vos tenés que tener como un poco de
dramatización, para que quede más elegante la bomba”.
Sentirse orgulloso de la tierra que nos pario, es sentir en nuestras entrañas, un sentido de pertenencia, que evoca nostalgias y alegrías por la tierra mía.
ResponderEliminarlos felicitó tenían que ser de CAÑAS ,uyuyuy bajura
ResponderEliminarlos felicitó tenían que ser de CAÑAS ,uyuyuy bajura
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