domingo, 16 de agosto de 2015

Conclusión


Después de haber analizado el proceso de recolección de datos e investigar y observar  durante más de tres meses el cómo las personas proclamadoras de bombas y retahílas se desarrollan en el área del folklor, se concluye que esta habilidad no se aprende, no se memoriza; se nace con ella. Además, es una actividad que no se limita a niños, jóvenes o adultos; es inclusiva desde cualquier punto de vista y refleja la esencia del ser guanacasteco en todo su esplendor.
Para las recopiladoras representó una gran experiencia en la cual se demostró que el rescate de la cultura es una labor que todas las personas deberían adoptar, no solo por obligación sino por el compromiso con la provincia que le dio su ser.
Por otra parte, es recomendable que desde el enfoque educativo sean promovidas las estrategias necesarias para identificar a aquellos estudiantes que posean la habilidad de crear las bombas y retahílas. En varias ocasiones, los entrevistados remarcaron que los docentes deben promover este tipo de prácticas con el fin de impulsar a aquellos que tengan la facilidad de crearlas, y no solo repetir lo que escuchan en un disco compacto o leen en un libro.
Bajo esa premisa es que se debe adquirir el compromiso cultural de formar nuevos proclamadores, de innovar y rescatar una costumbre que a ninguna otra provincia  caracteriza en Costa Rica.

Para finalizar, se invita a las personas interesadas en el tema a investigar al respecto, a crear sus propias obras y además, a inmortalizar esta bendita costumbre que identifica al guanacasteco de alma, mente y corazón.

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