domingo, 16 de agosto de 2015

Entrevistados


Pedro Achío Rodríguez.

Pedro Miguel Achío Rodríguez es un joven de 31 años, nacido en Liberia, Guanacaste.  Actualmente, reside en la comunidad de Cañas Guanacaste.  Hijo de padres humildes quienes son reconocidos por incursionar en el mundo de la música por medio de serenatas.  Desde niño practica el arte del canto a su vez la composición de canciones y años más tarde será participe en el recitar de bombas y retahílas.  Actualmente trabaja en el Benemérito cuerpo de Bomberos de Cañas Guanacaste, y en sus tiempos libres ameniza eventos con sus cantos y dicho sea de paso, recitando algunas bombas y retahílas, esto con el fin de animar los eventos a los que asiste.
“Una bomba refleja la cultura, la tradición de un pueblo, ahí se refleja todo que una persona es, si una persona dice una bomba vulgar entonces será alguien vulgar, eso identifica a una persona, su esencia”-asegura Pedro.
Además una retahíla la describe “como un sentimiento que tiene que salir de lo más profundo y tener demasiada imaginación para inventar porque eso es como el rapero o bien como el que improvisa, espontáneamente le va saliendo, son combinaciones en las cuales se riman palabras, pero con sentido y siempre van a hablar de un tema en particular”.
Por otra parte menciona que las bombas y retahílas siempre se van a dirigir a rajar a alguien, en la mayoría de ocasiones siempre se va a distinguir por imponerse ante otras personas.
Según Pedro para aprenderse una retahíla se tiene que ser constante en la práctica porque la retahíla no puede ir ni muy rápida ni muy lenta, esta tiene que ser muy explícita y además la persona debe tener mucha memoria.
También agrega que la bomba es en el aire y se debe regular bien la respiración porque si no la persona se ahoga porque va toda de una vez.  A mí me visitan compañeros de trabajo de todo lado y vamos para una emergencia podemos vacilar por ejemplo decimos: Beso, y comenzamos a rimar beso entre todos hay algunos que hacen un trabajo terrible.
“Por ejemplo nosotros decimos beso y a ustedes algo que se les ocurra, algo que rime, por ejemplo rezo, la vi en el rezo, algo así y ahí comienza, pero a veces salen con otra cosa que no se asimila al tema, pero igual participan eso es improvisar”-nos comenta Pedro.
Agrega: nosotros hemos estado tocando en una fiesta y de repente alguien está diciendo bombas y nos tocan la marimba y entonces uno pregunta por el cumpleañero, los apellidos y como lo conocen, y entonces ahí van diciendo bombas.  Un día se levantó la esposa de don Chani y comenzó a hablar de los hombres y entonces le digo yo:
Bomba: ‘todo está muy tuanis yo no me meto con usted señora porque me pega don Chany’ y cosas así, uno la improvisa, porque hay que ver que hay alguien a quien se le dirige.  Por ejemplo va a un karaoke y ‘ya no pienso mantener este cariño’ y la muchacha
tal vez le va a cantar “te quedo grande la yegua”, y la muchacha tiene a la par a un muchacho ahí y el muchacho todo agachado, entonces tal vez usted le canta una canción, para contestar, tal vez el muchacho se arranque y le cante “cascos ligeros” y la otra le canta “rata de dos patas” es algo así, pero en son de alegrar, nunca en son de pleito, bueno no sé cómo lo toman en otros lados, se ha prestado para más, pero en son de vacilar es así, pero si hay gente que si se lo toma muy apecho.
Pedro afirma que él ha aprendido a crearlas solo.  Por otra parte el comenta que las bombas se inventan de camino, las mayoría de las bombas que decimos son repetidas de otras personas que las inventaron.  Tal vez gente que no las ha realzado mucho o no les ha dado tanta importancia, pero en bombas va a depender de la ocasión para poder recitarlas - Pedro afirma que hace 15 años practica el recitar bombas y retahílas, pero lo que es bombas no tiene tanta constante como lo que es serenatas.
Según nos cuenta Pedro esta práctica no es herencia: cantar si lo he visto desde niño, cuando mi papa tenía un grupo, lo de las bombas era como un chingue.  Además agrega: “nos dedicamos a aprenderlas para estar amenizando una fiesta, porque uno llegaba a cantar y nos decían ¿ustedes cantan canciones de parodia o algo cómico algo así?  Entonces ya ahí fuimos viendo, escuchando a otra gente, y luego decíamos que nos podíamos echar una canción que era de doble sentido.  Y hay otras canciones que son descomposiciones, entonces esas canciones dan gracia, y uno primero echaba todas las canciones y luego al final echaba cinco o seis bombas y ya termina con el evento”.
Pedro nos comparte algunas anécdotas como las siguientes: “al principio, eran demasiadas las retahílas, y las que mi hermano se aprendía yo me aprendía las mismas que él se sabía y yo lo seguía en la mente y yo sabía cuándo se equivocaba, y cuando empezaba a pifiar yo seguía la retahíla, porque la gente lo va a escuchar a usted decir una retahíla, pero ya lo ve que se está equivocando, cuando él se salía de la historia, yo la seguía y viceversa el me ve que yo pifiaba con algo y él se metía.  Decía que se le olvidaba la retahíla.
Además recuerdo que una vez en las Juntas, hay una retahíla que es muy rajona que reta mucho a pelear a la gente, él dice que él es bueno a las pescozada, pero eso es parte del show, como una bomba que dice: “yo no soy pollo que rasca tierra ni perro que encaja gatos pero me pasan las del garrobo si me dan sombra me acomodo a cada rato”.  Eso de hacer sombra es de alguien que a cada rato quiere pelear, y bombas así.
Estábamos echándola y abajo habían unos “embellecedores” y dicen: ¿es cierto que usted es bueno a los pescozones?  Ahorita que usted termine viene aquí abajo y me va a demostrar si es cierto y yo así (recogido de hombros), como la gallina cuando pone un huevo.  Y es parte del show, no porque uno diga que es bueno a pelear va a pelear, es un asunto de retahílas.
En otra ocasión nos invitan donde Mimí, entramos por atrás y no vimos a la gente que teníamos de espalda, solo a los de la serenata, les cantamos y dicen: verdad que ustedes echan bombas y nosotros dijimos que sí, es para calentar el evento nos dicen, y cantamos una que otra canción de un pronto a otro llega mi hermano y dice: “Bomba una monja se cansó de tomar agua bendita, y el otro se nos quedaba viendo feo, y continua: y a los nueve meses le nació una monja chiquitita.  Y yo digo, hermano ¿pero qué te pasa?  y volvió a ver para atrás y estaban todas las monjas de la escuela Eulogio y habían como 15 monjas atrás de nosotros no las habíamos visto, vieras qué vergüenza.
También recuerdo que en las Juntas en una despedida de soltera, la muchacha no sabía que se le había muerto el papa y nosotros no sabemos, nada más sabemos que nos pagaron una serenata para ella y para el novio, porque se casaban al siguiente día.  A ella la llaman y está todo mundo así (serio) y digo yo, que a qué hora lo traen y me dice un compañero: cállate mae, y le digo yo ¿Qué paso?  Acaban de llamar a la muchacha y le dijeron que el papa acababa de morir.  Y yo diciendo que a qué hora lo traen y como era una serenata uno no iba a estar como un velorio ahí”.
Al nosotros echar serenatas y cantar y andar haciendo ese tipo de actividades de bombas, nosotros hicimos un grupo, yo aprendí a tocar marimba desde pequeño, y cuando ya entramos al colegio el grupo de marimba de la escuela ya no, de hecho yo y otros compañeros fuimos los que formamos ese grupo de marimba de la escuela Monseñor Luis Leipold, fuimos a diferentes lugares y eso hizo que nosotros nos fuéramos dando a conocer y que además las personas de otros lugares nos conociera-agrega Pedro.
Nosotros hicimos un grupo con don German Arredondo, al principio éramos dos o tres y me da gracia por solo tocábamos tres canciones y ahora tocamos las mismas pero ahora las tocamos con un poquito más de ganas.
Por otra parte Antonio también da un importante énfasis cuando se habla al frente de un público: “por otra parte es importante tomar en cuenta cuando se habla al frente del público.  Por ejemplo yo estoy tacando guitarra pero si en el publico hay alguien que sabe, que es un muy bueno tocando guitarra y ve que to fallo un tono, esa persona se va a dar cuenta inmediatamente, para el que no sabe nada está pasando pero para el que sabe y eso cuesta más cuando hay alguien que se dedica casi que a lo mismo que uno hace”.
“Lo mismo sucede cuando usted recita bombas o retahílas pero también depende de donde usted este y si hay alguien que conozca la retahíla original, y podría decir que se la jugo pero al mismo tiempo ya te está cuestionando, como les digo primero es desenvolverse bien con el público y perder el miedo”.
Hasta el día de hoy Pedro no ha participado en concursos solo en presentaciones culturales o actividades culturales.
Para identificar a un buen retahilero Pedro nos comenta que no es cualquier persona la que va a venir a decir una retahíla: “si usted escucha a Amelia, ella inventa una retahíla de donde sea y de lo que sea, si usted escucha a los de la Bajura, es buena, pero es totalmente lo contrario a lo que ella hace, ellos planifican lo que van a decir, al igual que Max, al igual nosotros.  A ella le sale no sé de dónde, de hecho yo estuve en una asamblea y ella estaba echando bombas y estaba un señor de San José que es muy
bueno, él es coplero, hecha bombas él y es retahilero, y doña Amelia le pego una enjachada, que yo me quede admirado, y después se metió otra señora y después se metió un muchacho y empezaron contra doña Amelia, pero no pudieron con ella sola y ahí no se puede meter alguien inexperto, porque para decir una bomba primero tiene que pensar que es lo que va a decir, porque lo va a decir y si le contestan esa bomba usted tiene que tener la respuesta, por lo menos usted tiene que saber qué es lo que le van a decir, saber qué es lo que viene para saber qué es lo que va a responder”.
Los que echan bombas y retahílas, creo que estudian para eso, hay algunos que les nace, hay otros que estudian, yo conocí un muchacho en Santa Cruz que él estudia para eso, está en una universidad, y de hecho yo lo escuche, llego alguien en las fiestas de Santa Cruz se echó una bomba y después llego él y comenzaron.  Ya después me conto la tía de él, que se dedica a eso, a estudiarlas, y él sabe cómo y en qué momento contestarle a usted si de manera grotesca, si de manera vulgar o lo que sea, dependiendo de lo que usted le diga-añade Pedro.
Dicho sea de paso Pedro nos da algunas recomendaciones, que son las siguientes: la recomendación principal es perder el miedo, tenerse confianza más que todo, porque como le digo vas a pararte en frente de un público, así sea pequeño, tiene que tenerse mucha confianza, tiene que ser una persona que ya haya pasado alguna experiencia mínima, como en alguna presentación de escuela o colegio, casi siempre se reseña a esos chiquitos que en la escuela van y cantan el himno al frente, y esos chiquitos son los que van creciendo, y van evolucionando y cuando ya llegan al colegio, no les va a dar vergüenza en el grupo o exponer, porque ya lo traía, ya ha traído esa practica desde chiquito, es como cantar o presentarse.  La mayor recomendación es tenerse confianza y conocer muchas palabras y frases.
Acerca de medir el tono de voz dice que eso sale espontáneamente, si hay un bullón por ejemplo, yo tengo que decir bomba, casi siempre donde se dicen bombas es en algo cultural, no vas a elevar tanto tu voz porque todo mundo esta callado, pero si usted está en ese bullón y usted sabe que hay alguien que tiene más volumen de lo que estás hablando o incluso música de fondo, se debe elevar un poco más la voz depende del lugar y el momento, la ocasión y la emoción, también porque si está en una fiesta y va a decir una bomba, más si nadie sabe bombas solo usted se va a emocionar más, y el problema es que nos sabemos un montón de retahílas y más que somos como los carros buenos, somos impulsados por alcohol.
Entre otras recomendaciones para enseñar como recitar bombas y retahílas lo primero sería preguntar: ¿sabe una bomba?  Dígame una bomba.  Esto con el fin de tomar en cuenta el grado de dificultad, si es bueno o no como retahilero.

Además de que es muy importante rosarse con personas de experiencia que lo practiquen necesario estar escuchando a alguien que diga retahílas, de esta forma usted tiene la oportunidad de analizar como esta se dice.

Antonio Achío Rodríguez

Antonio López Achío es un joven de veintinueve años nacido en Liberia y vecino de Cañas.  Proviene de una familia humilde cuyos padres son reconocidos por su melodiosa voz.  Como parte de su herencia, Antonio y sus hermanos son reconocidos por su talento: el canto.  A la edad de catorce incursiona en el mundo del canto componiendo canciones y haciendo arreglos con personajes importantes como don German Arredondo.   Actualmente, es bombero en la Estación del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Cañas; sin embargo, dedica parte de su tiempo libre a amenizar actividades, cantar en karaokes y por supuesto engalanar con serenatas a aquellas novias enamoradas cuyos novios quieren sorprender, a aquellas madres abnegadas, cuyos hijos quieren homenajear.  Asegura que su fuerte es el canto, más que el recitar bombas y retahílas.  Sin embargo, si la actividad lo requiere, su talento da para cantar una que otra canción característica de la tierra del folclor y rajarse una buena bomba que alegre cualquier actividad. 
“Una bomba es un sentir, es parte de un sentimiento, puede ser un mensaje o una contestación.  También puede ser un poco de la vida personal, dependiendo de la situación, del momento y de cómo la diga.” – argumenta con tono de seguridad.
“Una retahíla es una historia.  Puede ser algo del pasado, un cuento, leyendas, historietas de un pueblo de un barrio, debe meter mucho personaje; por ejemplo en la bajura mencionan mucho a Garcila que es una señora chismosa o Toño Diablo.  Ello da información, refleja la biografía; habla de todo, de muchas cosas” – definiendo lo que es para él una retahíla.
Menciona también que las bombas y retahílas siempre se van a dirigir a rajar.  La mayoría de veces se va a distinguir por querer imponer.
“Con las retahílas hay que ser muy explícito y con la bomba, debe agarrarse en el aire.” – agrega. 
Antonio indica que “una retahíla si no enjacha no es retahíla, tiene que ser rajona; Incluso con un grito, usted está contestando que usted está presente ahí y que se puede armar alguito.  La retahíla es un impulso, usted sabe que no puede brincar sin fuerza, la retahíla siempre tiene que ir rajada.
Aduce que la bomba nació como información, un nicoyano hablaría de Nicoya; un santacruceño diría que viene de la tierra del folclor y uno de Cañas diría que viene de la tierra de la amistad.  En Santa Cruz hay una retahíla que habla del zacate para las yegüitas y relata la historia del lugar, donde dice que ahí el sudor huele a hombría y que aquel que no le crea, que vaya a ver.  Por otra parte, pueden ser contestaciones.
Añade que en el caso de las bombas, “hay bombas que no pueden ser rajadas, tienen que ser con “feeling”, con algo de chiste.  Por ejemplo:
¡Bomba!
Ayer bajó un pintor
A pintar tu hermosura
Y no se le van quedando las brochas….”                  
En medio de risas Antonio indica que no es la continuación ni la rima, es el feeling que usted le dé para que la bomba sea agradable; agrega que si bien no se dedica a recitar bombas y retahílas, sino a ser serenatero, esa capacidad de proclamar bombas y retahílas nace en medio de un “chingue”.  Era un vacilón entre hermanos, aprendieron solos.  Posteriormente, con sus hermanos en las fiestas y los compañeros de bomberos armaban las fiestas. 
El cantar si es hereditario porque tanto el papá como la mamá cantaban en  el coro de la iglesia. 
Antonio también hace énfasis en que para enseñarle a alguien tiene que nacerle.  “Ustedes verán que para que alguien pueda tirar una bomba o una retahíla, casi siempre tiene que nacerle.  Debe ser una persona que ha interactuado con gente o con público.  Debe ser una persona que ya se haya rozado con un escenario para que pierda la timidez porque puede que te equivoques, ya que esto no es un karaoke.  Para mejorar cosas de camino en lo que son las bombas se debe tener una práctica constante.  No lo dices cada 25 de julio, eso siempre debe hacerse.”
Comenta que cuando les llegan visitas a bomberos, se ponen a vacilar.  “Por ejemplo decimos la palabra beso entonces buscamos con que rimar.  Hay unos compañeros que no riman nada y nosotros reímos nada más.  Eso es improvisar.”
Agrega: –Mis  hermanos y yo, cuando hemos estado en fiestas, y de repente unos compas míos tocan en la marimba el Punto Guanacasteco, buscamos el nombre del cumpleañero, los apellidos o como lo conocen y ahí vamos diciendo bombas.”
Recuerda también una anécdota en la que la esposa del conocido don Chani estaba hablando mal de los hombres y él (Antonio) le dijo:
“¡Bomba!
Todo está muy tuanis
Yo no me meto con usted,
Señora,
Porque me pega don Chani.
¡Uyuyuy Bajura!”
Indica que “uno la agarra en el aire, todo en son de alegrar nunca en son de pleito.  No sé cómo será en otros lados, porque se han prestado para más.  Pero en son de vacilar es así: ya pasó ese chingue y ahí murió el tema.”
Otra experiencia que recuerda es que cuando estuvo en el grupo de Caña de Azúcar con Fernando (no indica apellido), su hermano Pedro era marimbero y él era percusionista, tenían esa constante al año.  Era así como evolucionaban porque a través de las presentaciones, mantenían la práctica.
“En estos momentos si vos me preguntás  a mí por una retahíla de aquellos tiempos, debo hacerle mente o escucharla otra vez para volverla a tirar.
Si sos una persona agraciada a la hora de hablar, eso te va a ayudar a que dé gracia.  Eso pasa en las bombas o incluso al cantar.  Si al hacerlo te metés con la gente, la gente te lo va a regresar.  Eso se llama ganarse al público primero antes de que el público se lo gane a uno.  Porque si el público te gana a vos te hace sentir chiquitito pero si te ganás al público primero lo tenés aquí (señalando la palma de su mano)” – comenta Antonio orgulloso de sus experiencias.
“Siempre se debe estar muy seguro de lo que se va a hacer.  La gente espera una bomba y espera que rime, que termine bien, la gente espera el final.  Por ejemplo en una retahíla vos estás ansioso de lo que va diciendo y estás ansioso del final y ese final debe ser vacilón.  El problema se da cuando al final lo que decís es un trabalenguas” – manifiesta Antonio haciendo referencia a aquellas personas que no han practicado lo suficiente, o tratan de simplemente ver que sale.

Tanto sus hermanos como el han aprendido solos a decir bombas.  Las bombas se inventan de camino-manifiesta.  Indica que a veces se aprovechan bombas que no se han realzado mucho, o no les han dado tanta importancia.  Sin embargo, todo depende de la ocasión. 
 “Desde hace quince años inicié con lo de las bombas, pero no tiene tanta constancia como lo de las serenatas.  No es herencia el recitar bombas, el cantar sí.  Nos dedicamos a aprenderlas para amenizar alguna fiesta” - dice con aire ostentoso.
Antonio relata algunas de las experiencias que ha tenido en presentaciones y que por ese talento todo mundo le conoce.  “La ventaja es que en esto hay mucho rescate.  Esto que se está haciendo –compilar bombas y retahílas- es parte de esas experiencias importantes que uno guarda” mostrando agradecimiento en sus palabras.
Agrega que las personas podrán tener mucho conocimiento de un tema pero a la hora de expresarlo es muy diferente.  Apunta a que hay gente que lo expresa bien aunque no conozca del tema, más si hay alguien que sabe de lo que usted está hablando.
Cuando existe gente que conoce de bombas y retahílas, esas personas se van a dar cuenta de que “pifeó” algo, un historiador o alguien que conozca bien la retahíla o la bomba.  Primero es desenvolverse bien con la gente.
Agrega que no ha participado en concursos propiamente pero que sí ha estado presente en actividades culturales, fiestas y celebraciones como las del Día de la Anexión. 
Como parte de las características de un buen proclamador indica que la persona debe utilizar personajes propios del lugar, en Cañas “Patona y Puchuca” son algunos de ellos.  También exterioriza que las retahílas no se escriben de la noche a la mañana.  Debe mezclar e investigar sobre apodos, historia; y, a través de la rima, debe hacer mucha coherencia con lo que dice.  Un buen proclamador o una buena proclamadora de bombas y retahílas debe tener percepción de la contestación y debe estar preparado o preparada para responder la bomba con que lo reten.  Indica que hay muchas personas que traen el talento, otras simplemente lo aprenden.
Algunas recomendaciones principales para hacerse un experto en la materia son: perder el miedo, tener auto-confianza, debe haber pasado una experiencia frente a mínimo tres personas.  Agrega que mucho influye que la persona pierda la vergüenza de expresarse ante un público.  Debe tener mucho vocabulario, tener propiedad a la hora de hablar, presencia, temple, seguridad.  Imponerse para que “le den pelota”.  Su voz debe marcar presencia.
En lugares donde las personas son muy tranquilas indica que no es necesario levantar la voz para gritar “¡Bomba!”, pero en lugares donde el sonido es muy alto, donde hay muchas personas hablando o la música muy alta, es imperante subir la voz.
Algo muy importante dice Antonio “es que la persona debe emanar alegría, aunque te esté llevando Candanga, porque ni el Punto Guanacasteco se puede tocar tristemente.  Y es un hecho, después del Punto va una bomba.  Para ambas se debe mostrar alegría, orgullo…”
Si tuviera que enseñarle a una persona a proclamar bombas Antonio recomienda que es muy necesario empezar a practicar la rima en las palabras para ser un buen improvisador.  Es inevitable estar escuchando a una persona que se dedique a hacer bombas y retahílas, para practicarlas y “agarrar volado”.  Manifiesta también que toda bomba y retahíla debe ir evolucionando y cambiando según el tiempo: hablar de WhatsApp, Facebook, sin dejar de lado lo tradicional, que es lo imponente, lo rajón.

En el caso de los niños, revela que no se pueden decir las bombas tal cual, debido a que hay finales que son no apropiados para ellos, por lo que se utilizan finales divertidos aunque éstos no rimen.
Para finalizar, Antonio comparte algunas bombas y retahílas para inmortalizarlas en este compendio.
Una vieja me contó
Que ella había nacido
Muy adentro en la bajura,
Pero que era de Nicoya,
Que era hija de la Golla,
De la que echaba las tortillas
A la par de donde Melodías Espinoza
Frente donde Macostecho Barrantes
Que eran unos viejos de antes
Que ya se encontraban finados
Pero que los viejos condenados
Eran el puuuuro pisuicas
Que tenían amaestrada la mica
Y que no era por rajar
Pero que de vez en cuando
Se llevaban el Cadejos a montear
La vieja continuó con su historia y su tertulia
Y dijo que su gracia era adulia
Y a su hombre don Otilio
Que mantenían un idilio
Desde el día en que se casaron
Y que por eso solo compraron
Una plancha de dientes pa’ los dos.
Ella probaba los frijoles y ella el arroz.
Ella las tortillas y el hombre la moronga,
Y de ahí Dios guarde,
Quién se la ponga
Midiendo bien su chanchada
Porque la plancha de dientes
Cualquier olor archivaba.

¡Bomba!
Mi suegra linda
Señora preciosa
Hermosa, hermosa, guapísima
Uuun cascabel la picó,
Pobrecita la culebra
¡La culeeeeebra se murió!



Yo vengo de una tierra alegre
Donde se le canta al pueblo y a la gente que aquí llegue
Donde se siente el sabor bien criollo
Con solo que uno se arrime.
Donde estos colores de pampa
No se ven por otros confines.
Tierras de extensas llanuras
Donde hay muy lindas morenas
Que dan amor y ternura,
Amor que se convierte en odio,
Si uno anda haciendo diabluras.
Y quiero decirles también
Que en esta tierra bendita,
Hay amor, comodidad
Y zacate para yegüita.
Y el que no me quiera creer
Que venga y se dé una vueltita.
Aquí por mi tierra linda,
Tierra de Esquipulitas.
Tierra de hombres bravíos,
Arrechos al pescozón,
Que no le niegan puñete
A aquel que los provocó.
De esta preciosa tierra
Tierras de dónde vengo yo
A contarles esta historia
Pa’ que sienta el folclor.
Pa’ que sienta el sabor a pueblo
Que les traigo yo.
Sabor que el que no lo siente
Seguro ya se murió.
Seguro guindó las tenis
Y solo el tufo dejó.
Yo quiero decirles amigos,
Y quiero decir de verdad,
Nosotros venimos desde Cañas, Guanacaste
Que es la tierra de la amistad.
Lo digo con sentimientos
Y lo digo con el corazón
Somos ticos de nacimiento,
Guanacastecos, gracias a Dios.



Luis Fabián Monge Chávez. 


Luis Fabián es un niño de nueve años, hijo de Mauricio Monge y Xiomara Cháves, nacido en Liberia y vecino de la comunidad de Palmira de Cañas.  Él aduce que una bomba para él es algo tico, algo se trae desde el nacimiento y que tanto bombas como retahílas son lo mismo desde su perspectiva.
Comenta que aprendió a proclamar bombas y retahílas porque su papá y un tío le enseñaron a hacerlo.  Además, él escuchaba discos y tanto su papá como su tío le iban orientando en el proceso para perfeccionarse en el arte de decirlas. 
Desde los cinco años él se dedica a proclamar las bombas y retahílas.  Actualmente, tiene un repertorio de 33 proclamaciones entre ambas manifestaciones folclóricas.  El papá agrega que no las crean, pero que su el interés de su hijo por las proclamaciones es innato, que han hecho una compilación de libros y discos para que practique y memorice las creaciones. 
Mauricio lo considera una herencia debido a que Luis Fabián lo aprendió de él; y, hasta el momento, sólo él como padre es la única persona que desde su familia lo ha desarrollado.  El último miembro de la familia que lo practica es el hermano de Luis Fabián, llamado David, quien tiene 9 años, y ha participado también en concursos a nivel escolar.
Xiomara indica que la primera vez que Luis Fabián empezó a proclamar bombas y retahílas, ambos se asustaron por el hecho de que nadie lo había puesto a practicar.  Una experiencia que sus padres recuerdan como anécdota fue la sucedida un día que andaban de vacaciones en Condovac, un hotel de playa.  Los animadores organizaron un concurso de bombas para niños y Luis Fabián pasó a participar.  La primera bomba fue una de un pañuelo pero la segunda definitivamente era una bomba no apta para niños.  Ellos como padres querían “meterse debajo de la mesa” porque la bomba la había aprendido del tío, quien la repetía mucho.
Entre risas Mauricio y Xiomara permitieron que Luis Fabián compartiera la bomba que su tío le había enseñado de muy pequeño:
¡Bomba!
Cuando estaba chiquitito
Tomaba leche pinito
Ahora que estoy grandote
Se me sale por el … (y en este punto lo detuvieron sus padres).
Tanto Xiomara como Mauricio, con un tono vergonzoso agregaron que la animadora preguntó por los padres del niño que con tan picosa bomba hizo reír a extranjeros y locales en el lugar.  El público, complacido con la intervención de Luis Fabián, pedía que la repitiera.  Al final de la actividad, la gente por cuenta propia los buscaba para que Luis Fabián los engalanara con las bombas y retahílas que había aprendido.
 Su madre expone que Luis Fabián ha participado en concursos escolares, sin ninguna premiación, en lugares como Liberia y Bagaces sobre todo en ocasiones donde se desarrollan actividades culturales. 
Su padre ha inculcado en Luis Fabián que un buen proclamador de bombas y retahílas se identifica por la claridad en la narración de las bombas, la cantidad de vocabulario y que no sean repetitivas, que aunque la idea sea la misma, las palabras adornen las frases de una forma diferente.  Su madre también le ha recomendado que las retahílas y las bombas deben tener una secuencia lógica, que el tema no debe desviarse al final de las mismas.
Algunas otras recomendaciones con las que tanto Luis Fabián como Xiomara y Mauricio concuerdan son la práctica, escuchar obras de otros proclamadores y sobre todo reconocer que ese arte es algo que se lleva “en la sangre”.
¡Bomba!
Ya con esta me despido,
Ahí les dejo bombas por yardas,
Y también el cuero mío,
Pa’que se hagan una albarda.



David Monge Chaves

¡Bomba!
Hey víbora víboriana
Chiquita pero galana
No me quita las ganas
Ni tampoco la ponzoña
Soy como la hierba buena
Que en todo tiempo retoña.
¡Uyuyuy bajura!
Y así inicia David su entrevista.  David Monge Cháves es un niño de seis años, hijo de Mauricio Monge y Xiomara Cháves, nacido en Liberia y vecino de la comunidad de Palmira de Cañas.  A su corta edad, él vive el folclor guanacasteco en su máxima expresión.  Al igual que su hermano, Luis Fabián, su habilidad para proclamar bombas y retahílas es una cuestión natural comentan sus padres.
Por su corta edad el no define lo que es una bomba pero asegura que se emociona muchísimo cuando tiene que decirlas frente a la gente.  Sus padres exponen que aprendió a proclamar bombas y retahílas escuchando a su hermano y escuchándolo él (su padre) y a un tío quien también “se apunta” a proclamarlas.  Además, el escuchar discos, escuchar a su hermano y su padre e invertir tiempo en aprenderse las obras ya existentes han ayudado a que David vaya perfeccionando su arte.
Mauricio, su padre, indica que él ha compuesto sus propias bombas y retahílas; sin embargo, las que sus hijos han aprendido provienen de folcloristas como los que conforman el conjunto “Los de la Bajura” o bien Max Barberena, reconocido personaje cañero.
David, al igual que su hermano, ha participado en actividades culturales dentro de la provincia amenizando con bombas y retahílas aquellos eventos a los que los invitan. 
Su madre agrega que para días festivos como el veinticinco de julio, entre compañeros tratan de inventar bombas y “vacilar” entre ellos, no con el fin de competir sino de compartir y aprender del talento de su hijo.
Como padres se sienten orgullosos del talento de sus hijos, y aprovechando la pasión que ello les produce, seguirán formándolos en este tipo de manifestaciones folclóricas para conservar una tradición que nos caracteriza como guanacastecos.





Axel Barrera Murillo



Axel Barrera Murillo es un niño de 6 años quien está iniciando su vida en el recitar de bombas y retahílas, actualmente reside en Palmira de Cañas, Guanacaste y nació en Liberia, Guanacaste.  Según nos comenta la madre del pequeño, nunca se ha hecho la pregunta de que es una bomba o bien una retahíla.
En palabras del pequeño niño, él define una bomba como: “cosas de hombres” y una retahíla la define como: “decir bombas”.  También nos comenta como aprendió a decir bombas: “aprendí escuchando algunas en el teléfono de mi mama”.
Nos comenta Axel que hace aproximadamente 1 año inicio en el mundo de las bombas y retahílas.  Axel agrega que: “en una cabalgata escucho a la gente decirlas”.
Agrega la madre del niño que Axel es el único en la familia que recita bombas y retahílas.  Hasta el momento no ha tenido ninguna participación en actividades, por ende no tiene ninguna experiencia que contarnos.  Comenta la madre de Axel que “actualmente solo en la escuela participa pero únicamente cuando son días festivos o bien cuando tienen que aprenderse alguna para decirlas en los actos cívicos.




Mauricio Monge Murillo

Mauricio Monge Murillo es un joven de 33 años, nació en San José Costa Rica, actualmente reside en la comunidad de Cañas Guanacaste.  Hace aproximadamente tres años da inicio en el mundo del recitar de bombas y retahílas, en festejos como topes gusta de recitar dichas bombas al lado de otras personas, esto con el fin de alegrar el lugar donde se encuentre.
“Una bomba es una forma simpática de decir algo para alegrar el ambiente en un determinado lugar”-argumenta Mauricio con tono de seguridad.
Por otra parte define una retahíla como: “una historia corta o larga en algunas ocasiones, con la cual nuestros antepasados alegraban las reuniones y fiestas.
“Hace aproximadamente cuatro años se cómo recitar bombas, pero cuando mis hijos comienzan a interesarse a prender a decir bombas y retahílas entonces ahí es cuando me sale más la espinita, y entonces practico más con ellos, como decirlas y a componer también, dicho sea de paso aprendí solo, escuchando y practicando constantemente, mis padres siempre han escuchado bombas, también escuchaba a los de la Bajura, conseguí material de retahílas y entonces así fui practicando”- asegura Mauricio que esta fue la forma en como aprendió a recitar las bombas y las retahílas.
“El hecho de recitar bombas y retahílas si es herencia en el sentido de que a toda mi familia le ha gustado pero para contarlas ya eso no, yo vengo siendo la primera generación que lo practica y actualmente el último de la generación que lo practica es mi hijo David”-afirma Mauricio.
Mauricio nos comparte algunas de sus experiencias:
Experiencias todo el tiempo se van teniendo, por ejemplo cada vez que se va a una cabalgata o que vamos a un tope, entonces vamos un grupo de amigos, todos vamos juntos y compartiendo entonces va tirando una y otra.
Una experiencia bonita fue en Tierras Morenas el año pasado llegamos tres y nos pusimos a decir bombas, y teníamos casi como media hora e íbamos tirando una cada uno entre los tres, hasta que nos pararon.
Tal vez hay ciertas personas que se sienten ofendidas, como ahí en Tierras Morenas un señor se puso bravo porque decía que él era más hombre que todos y entonces quería pelear, ya se encontraba borracho, pero no pasó a más.
“Nunca he participado en concursos”-asegura el.
Nos comenta Mauricio que para identificar a un buen narrador de bombas y retahílas es importante tomar en cuenta: “la forma de decirlas, tiene que decirlas de tal manera que no se oiga un enredo, que sea fácil de escucharla, que además lo que diga vaya concordando.  Por ejemplo la retahíla va narrando varias cosas a la vez, entonces tiene
que llevar una secuencia no perderse del objetivo, porque puede ser muy bonita la retahíla pero tiene que tener sentido y también tiene que tener un poquito de gracia”.
Mauricio brinda algunas recomendaciones para las personas que desean aprender a recitar y crear bombas y retahílas:
“Eso se trae en la sangre, a usted le nace, usted se aprende un pedacito de alguna y cuando se da cuenta ya se sabe toda la bomba o bien la retahíla, y le va saliendo bien entonces ya usted se va dando cuenta de que puede y aprende, eso es mucha práctica.  Y si no sabe o no puede y lo intenta entonces como le digo, ya eso lo trae uno, puede ser que tal vez con la constante práctica, pero no va a ser igual”.
Dicho sea de paso Mauricio sugiere algunos pasos a seguir para incluirse en el mundo de las bombas retahílas o bien como enseñarle a alguien a hacer sus propias creaciones: “primero que todo tiene que practicar, eso es lo básico, ya después de eso puede ir intentando, puede practicar haciendo un poquito de rima y poesía, para que vaya llevando más concordancia, para que vaya practicando y ya después de eso es más fácil poder hacerlas.  Normalmente la retahíla es como cantadita, usted tiene que ir haciéndola con respecto al ritmo”.
Para concluir se hace referencia a una retahíla recitada por Mauricio Monge Murillo:
Soy la alegría de mi pueblo
Cuando disfruto de sus coplas
Vengo trayendo la alegría
Gritando traigo mis bombas
Soy como la zarza que por más que brinque siempre raya
Coyunda pa’ el malcriado
Cariño pa’ las damas
Buen pizote solitario para que me quiera comer
Aquí esta esté machito pura pólvora seca
Peligroso como rifle viejo
Buen cantador y enamorado
Me enorgullezco de mi tierra
Y por ella la cara doy
Soy Guanacasteco
100% cañero de corazón.

Amelita Gutiérrez Reyes.

Amelita Gutiérrez conocida como Amelia, es una dama de 51 años de edad, actualmente reside en Cañas Guanacaste, nació en Colorado de Abangares.  Amelia define como bomba como: “algo alusivo a cualquier cosa, objeto o persona pero que rime, donde se va haciendo como una rima o un verso.  Sucede como cuando una mujer pasa y un hombre le dice un piropo, ahora se lo dicen en una bomba, entonces se contesta”.
Para explicar lo que es una retahíla, Amelia lo define como: “la retahíla es más larga que la bomba, es alusiva a lo mismo, por ejemplo una bomba son cuatro reglones, y el cuarto reglón combina con el primero.  Por ejemplo:
En esta tarde tan bonita
que yo estoy con usted
que lastima que no me prepare
para invitarla a un café.
Que linda la muchacha
que vate y que vate
que rico
que hace el chocolate.
Eso es una bomba, la retahíla puede ser igual pero más larga igualmente alusiva a algo o a una persona.
Por otra parte Amelia nos comenta como aprendió a decir bombas: “eso es de natural yo lo herede de mi papa, yo siempre veía que el echaba versos, pero de pequeña nunca.  La maestra le decía a los niños del kínder: ¿Quién va a decir una recitación de acuerdo a esta dramatización?  Entonces yo me ofrecía ya que tenía gran facilidad para eso, pero no sabía eso.  Eso pudo a ver sido hace unos 50 años.  Después cuando yo llegué aquí a Cañas, entre al colegio nocturno igual le decía a los compañeros, y no es como ahora que se le ha dado auge a eso.  La gente lo ve a uno y dice: “mira la coplera, mira la que hecha bombas”.  Yo tenía 37 o 38 años cuando una gente me dijo que me metiera al grupo de ellos, pero era porque yo gritaba muy bien.  Entonces me metí al grupo y ahí fue donde comencé, yo le hacia las bombas a los compañeros y así sucesivamente fue pasando hasta que ya, hace unos 6 años que me ha dado más interés porque yo he estado con el Festival de las Artes, el año pasado me catalogaron como la primera coplera de Guanacaste, la primera en retahílas y bombas, entonces me ha ayudado aún más.
Además agrega: “en muchos lugares se han dado cuenta que esta una marimba y yo me arrimo y pido el punto, más cuando es aquí en Cañas, aunque uno tiene más afuera del
pueblo.  Si me han hecho homenajes aquí y todo, pero la gente me busca más de otros lugares para actividades.
Amelia nos comenta hace cuanto aproximadamente practica el recitar las bombas y retahílas: “hace aproximadamente 24 años, siempre las usaba en las fiestas de mi familia, pero no sabía que era un don para mí, yo simplemente lo hacía y nada más, me di cuenta hace como unos 23 años.
Además nos comenta Amelia quien la persona que la enseño a crearlas: “es hereditario, mi papa lo hacía y yo lo oía.  Además la persona ya lo trae, en la familia hay más de uno que lo practica.  De hecho hay un primo que yo lo he invitado aquí a Cañas, por ejemplo es que yo salí del monte, pero el monte no ha salido de mí, en el caso de él, él no ha salido del monte ni el monte de él.
Amelia añade que el recitar de bombas y retahílas se da en la familia desde hace muchos años:” si desde mi papa, luego un tío y este tío nos echaba versos, a las muchachas.  Yo tenía un hermano que ya murió, que como me duele no haber escrito los versos que él me dijo porque eran muy bonitos, ¿de sonde los saco?  No lo sé.  Ahorita yo puedo ver un libro de bombas, tengo algunas criollas, como decimos aquí los Guanacastecos, pero a mí lo que me gusta es en el momento, improvisar.
Además Amelia agrega: “actualmente tengo dos nietos que les gusta pero no lo traen, se las han aprendido, y en este momento tengo que preocuparme más por eso, actualmente uno tiene 10 años y el otro 8 años.  El que tiene 8 años cuando tenía 6 años fue a una fiesta a Heredia y quedó como los grandes porque le había enseñado yo y ahorita me duele no haberlos agarrado más pequeños, porque entre más pequeños aprenden más, pero si les gusta.  Pero es que eso ya se trae interiormente.
Amelia nos comenta que si alguien no lo trae si es posible que lo aprenda: “yo pienso que si porque conozco a un niño que ya está grande que dice que el tanto de oír a otros a los de la bajura, a mí misma, él ha ido aprendiendo, quiere decir que al que le gusta lo puede llegar a realizar, aprendidas y con mucha práctica.
Seguidamente Amelia nos relata algunas de sus experiencias en el recitar de bombas y retahílas: “en la escuela para todas las recitaciones era yo quien las hacia entonces me aprendía un montón, cuando estaba en el acto cívico, yo era la última y cuando ya terminaba recuerdo que lo que yo decía era: y los botones de mi vecina, y entonces la maestra me dice que vuelva a comenzar y me quede otra vez, para no cansarlos cuando en la tercera ocasión le digo a la maestra y vuelvo a iniciar otra vez y comencé a decir cosas y cosas, cuando yo termine la maestra estaba con un cuaderno y un lapicero y me dice: venga y dígame todo lo que usted acaba de decir después de los botones de mi vecina.  Y yo le dije al ¡hay niña volví a meter la pata porque no recuerdo nada!  Pero que lastima que ella misma no vio lo mío, yo tenía un amigo que era marimbero, había muchos admiradores de las coplas mías, pero ese señor si me lo repetía: Amelia que lastima que no te fuiste a estudiar a México y siempre me lo decía.
A mí me hace gracia porque un día conocí a un Mexicano y me dijo lo mismo que porque yo no había ido a México, y yo le respondo que no ya se me paso el tiempo.  Gracias a Dios yo nunca me le he callado a nadie, en una ocasión en la periódico la nación, salió un subtítulo: “Amelia la que para a los hombres en jaque” y a mis hijos no les gustaba el título, entonces yo les decía que había que leer todo para entenderlo, seguro fue porque en algún momento les dije que nadie me la ganaba porque siempre me dan el material, por ejemplo que me digan los zapatos, y siempre me sale algo alusivo a lo que me digan.
Amelia nos comenta: “si ha participado en concursos, pero muy pocos, uno se puede decir en la Shell (antigua bomba en el cruce de Limonal) y otro aquí, pero es que aquí en Cañas hay varios pero nunca hacen una competencia de coplas.  En una ocasión en la Shell estábamos ahí y llego Max pero es que el son retahílas largas y aprendidas, y lo mío si yo puedo decir muchas pero lo fuerte mío es cuando hay un dúo, un duelo, porque a mí él nunca me va a callar yo siempre voy a tener una bomba para contestar.
Seguidamente Amelia nos comenta como identifica a un buen recitador de bombas: “que me calle, que no ha habido gracias a Dios, no ha habido nadie que me deje callada, porque como le digo yo siempre voy a tener con que responder, no sé hasta cuando Él lo dirá.  Por ejemplo los de la Bajura más bien me apagan el micrófono para que yo no continúe, pero es que es mejor entre dos.  Yo le puedo pasar toda una tarde diciéndole a usted bombas, pero no es la gracia, a la gente le gusta pero a mí me gusta el dime que te diré yo lo hayo más emocionante.
Cuando vamos a los festivales de las artes, el FIA, nos presentan uno por uno, primero cada uno dice lo suyo, después vamos todos y salimos todos y que no se quede ninguno diciendo bomba y mientras se queda pensando el otro le quita el micrófono, y yo arrebata el micrófono.  A mí me sucedió una vez, yo dije: ¡Bomba!  Y es que la que iba a echar era muy fuerte y mientras sacaba la otra me quitaron el micrófono y lo dejamos ahí como un segundo para que la gente espere.  Hay gente muy buena, yo he estado con gente muy buena, me han buscado para hacer un trio, dos varones y yo, ellos me han llamado para hacer presentaciones en San José.
Yo de mi parte le doy gracias a Dios, porque ese don lo herede de mi papa, tengo bastante familia, bastantes primos.  Hay un hermano que es rápido, pero eso es de cada quien, yo salí del monte aunque el monte no haya salido de mí.
Amelia nos comenta la forma en que ella identifica a un buen retahílero: “que me deje callada, si hay buenos hay muchos niños, pero no he tenido la oportunidad de estar con ellos.  Por ejemplo en un tope que bonito es llevar un dúo, un hombre conmigo u otra mujer.  En una ocasión pasada en un desfile en marzo de boyeros yo tuve una oportunidad, veníamos en la carroza cuando comenzamos, ellos me pasaron el micrófono y me gusto de momento estaba él y me daba el pase a mí, y las bombas eran alusivas a la gente que estaba ahí, porque como le digo la gente me ven y dicen: ¡una bomba Amelia!  Y yo nunca les digo que no porque siempre las tengo.
Amelia nos comenta algunas recomendaciones para una persona que desea aprender a crear sus propias bombas y retahílas: “que me busquen a mi o acercarse a alguien que sepa.  La vez pasada me buscaron de la Universidad Estatal a Distancia, era para compartir con niños, había una niña y yo le dije como hacer una bomba, esta niña hizo un verso y yo le dije a la maestra que no pierda a esa niña, este es mi número y yo vengo para ver que se hace.
Con respecto al tono de voz, cuando usted está en una fiesta uno sube el tono de voz, especialmente si hay más personas alrededor.
Agrega Amelia algunos pasos para incluirse en el mundo de las bombas y retahílas, además de como ella le enseñaría a alguien a hacer sus propias obras: “primero que todo buscaría niños que les guste, porque si a usted no le guata algo usted no lo va a hacer, y poco a poco con el interés que se ponga puede llegar a ser un buen coplero a la par mía o de otro que sepa.
Actualmente Amelia se encuentra elaborando un libro con sus propias creaciones.
Estas son algunas de las bombas de Amelia:
¡Bomba!
Aquí esta Amelia Gutiérrez
que como le entretiene
pero como me gustaría ser su compañera
en la UTN.

¡Bomba!
Del gallo me gusta el canto
del caballo la carrera
del toro la vuelta del cacho
y de aquel muchacho la billetera.

¡Bomba!
Hoy me levante muy temprano
y me restregué con un paste
tengo el placer y el orgullo de decirle
que soy Amelia Gutiérrez de Cañas Guanacaste
como me gustaría llevarla al rio para que vea que en lugar de agua lo que corre es leche
las piedras son cuajadas
las mujeres aquí en Cañas parimos hombres
no parimos cochinadas.



Mercedes Mora Medrano

Mercedes Mora Medrano es una dama de 60 años quien actualmente reside en barrio las Palmas, Cañas, Guanacaste, nació en San José Costa Rica.  Mercedes afirma que una bomba es: “a mí me nace una bomba y yo la invento y no se ni dé donde.  Una bomba y una retahíla son distintas por que la bomba tiene nada más cuatro reglones, y la retahíla es de más, si usted quiere la puede hacer de 10 reglones a una retahíla”.
Por otra parte doña Mercedes nos comenta la forma en que aprendió a decir bombas: “yo solita, porque desde pequeñita a mí me gustaba el folklore, y una maestra en el MEP, desde que tenía 7 años doña Inés Chavarría y después doña Gina, o sea dos calenturas que me inyectaron ese folklore”.  Desde que tenía 7 años doña Mercedes recita bombas y retahílas, en otras palabras hace aproximadamente 53 años.
Yo me pongo a inventarlas, yo me siento y me pongo a inventarlas- afirma doña Mercedes que fue la forma en que aprendió a decir bombas.  También doña Mercedes nos comenta: “en mi familia solo yo y mi bisnieto que me heredo, ahora me hizo una bomba y le dije papi vamos a inventar una bomba y le dije solo una vez, vamos Sebastián:
Adiós Juan bigote
Con plumas de zopilote
Dos veces y él se la aprendió “¡uyuyuy bajura!”.  Yo soy la primera persona en la familia que lo hace y el ultimo en mi familia, mi bisnieto Sebastián, él tiene 3 añitos”.
Seguidamente doña Mercedes nos relata algunas de sus experiencias con sus primeras practicas: “la experiencia más bonita que tuve cuando fui a San José en 1989, porque nosotros tuvimos un grupo de bailes, ya de personas mayores, había gente de la caja (CCSS), de Taboga, todos éramos ya mayores de 25, 26 años, inclusive ahora que hubo una exposición, encontré esa foto, don Álvaro la puso ahí, eso fue en 1989, fuimos a San José a un concurso y ganamos”.
Doña Mercedes nos relata sus experiencias en concursos: “solo, el día que Mauricio Hoffman me agarro ahí improvisada que me dice: Merce dígame una bomba.  Y yo le dije que no tenía bombas muy improvisadas, pero una bomba cualquiera me decía el, entonces le dije una bomba, y gane, me gane 100 mil colones ese día, era el premio teja”.
Doña Mercedes nos comenta la forma en que ella identifica a un buen narrador de bombas o un buen rehilero: “primero, tiene que nacerle, el folklore no se inyecta, el folklore nace, porque yo desde que tenía 7 años, inclusive en un ensayo con doña Inés yo fuera ya de que tiempo muertita, me agarro una bronconeumonía por un ensayo, ensayando un baile, el punto Guanacasteco, llegue corriendo me quite los zapatos, me puse a ensayar así, a los tres días me tenían a mí que si no hubiera sido el doctor relaje, por ensayar los bailes típicos.  Yo desde pequeñita a mí me nace el folklore, inclusive yo una vez andaba en San José con mi hija, y había una marimba y yo le dije: párate aquí porque yo tengo pegar un grito, como me voy a quedar así, y me dice: bueno pégate ese grito señora para que te vayas tranquila”.
Seguidamente doña Mercedes agrega algunas recomendaciones para alguien que quiere aprender a recitar bombas, pero no sabe cómo: “a mí me ha servido mucho que yo estoy en el Comité de Cultura, entonces ahí como que me inyecto más, que comience a rosarse con personas que les guste el folklore, porque hay gente que dice que no les gusta, pero uno los va involucrando y ya ellos como que agarran fuerza, entonces como que ya entran en el ambiente del folklore”.
“De mi parte, honestamente a hacha y machete, porque yo invento, de hecho yo voy a actividades porque usted tiene que ir por las bombas, y yo a veces tengo mucho trabajo, pero me dicen que tengo que ir porque la presidenta ejecutiva dijo que fuera.  Yo solita porque a mí nadie me enseño nada”-agrega doña Mercedes.
Doña Mercedes nos relata la forma en que le enseña a su nieto: “le digo la bomba y que el repita, esa se la dije hoy en la mañana, y cuando llego la mama le dijo: ¡mama bomba!  Abuela le digo la bomba a mi mama, y yo le respondí dígale la bomba a su mama:
Adiós Juan bigote
Con plumas de zopilote
¡Uyuyuy bajura!
Le encanta la cimarrona, ese niño como que la tercera generación fue la que la que absorbió lo mío, porque ese niño es algo así, como el clon mío, a ese niño le fascina, tiembla cuando oye la cimarrona, y usted lo escucha: haceme una máscara, yo quiero bailar con la cimarrona, yo quiero subirme y tocar la marimba”.
Algunas de las bombas de doña Mercedes se detallan a continuación:
¡Bomba!
Cuando venga a Guanacaste
No debe de visitar
Este lindo pueblo de Cañas
Pueblo de amistad.

¡Bomba!
Venimos de la Chorotega
De esa linda región
Le damos gracias a esos compañeros
Por esta linda invitación.

¡Bomba!
Mauricio de ojos quemantes,
Que al mirarme me matás,
Decime pero cuanto antes,
Por qué diablos reculás.

¡Bomba!
Sabanero de tierra extraña
Que venís tan halagüeño
Si venís por esta negra
Esta negra tiene dueño.
Por otra parte doña Mercedes agrega: “una vez que vino canal trece aquí a Cañas también, eso fue alrededores de los 80, ellos vinieron a grabar aquí, una de las experiencias muy bonitas también que tuvimos.  Después fuimos a Liberia también, hicimos una dramatización de una cantina donde estaba tomando el sabanero que iba a hacer las compras, él se queda tomando guaro entonces la mujer llega embrazada y lo encuentra con otra mujer ahí, y se agarran a machetazos, esa también fue muy exitosa.”

Además agrega: “el grito es algo que nace y la bomba también nace, hay bombas que vos tenés que tener como un poco de dramatización, para que quede más elegante la bomba”.

3 comentarios:

  1. Sentirse orgulloso de la tierra que nos pario, es sentir en nuestras entrañas, un sentido de pertenencia, que evoca nostalgias y alegrías por la tierra mía.

    ResponderEliminar
  2. los felicitó tenían que ser de CAÑAS ,uyuyuy bajura

    ResponderEliminar
  3. los felicitó tenían que ser de CAÑAS ,uyuyuy bajura

    ResponderEliminar